Mientras unos arqueólogos se dedican a buscar tesoros, joyas y vestigios de civilizaciones antiguas, otros realmente piensan en el bien de la humanidad y se dieron a la tarea de recoger las más efectivas recetas para quitar esa dolorosa cruda… por suerte la ardua investigación tuvo resultados y aquí se las presentamos.

Bueno, como seguramente sospecharán, no es que un grupo de investigadores se pusiera a buscar cómo se la curaban nuestros antepasados, sino que todo fue gracias al trabajo que realizó el erudito británico Nawal Nasrallah, quien se dio a la tarea de traducir un escrito titulado Kitab al-Tabikh, el cual contiene  alrededor de 600 recetas de la antigua época abasí. Ahí es donde se encontró el prodigioso remedio.

La receta lleva el exótico nombre de “Kishkiyya” y según advierte el autor del libro, el sabio Ibn Sayyar al-Warraq. al ser consumida por cualquier persona intoxicada por el alcohol, ésta quedará como nueva y no volverá a tener una cruda jamás… no importando si es bebedor social y sólo se echó una cuba o es el clásico teporochin de barrio y lleva años fermentándose en sus jugos.

Bueno ahora lo importante: para la elaboración del “Kishkiyya” se necesita carne de cordero virgen… bueno, con cordero basta, verduras y algunas especias, como cilantro y comino… unos buenos limoncitos, chilito pasilla y ¡hey! eso parece birria, reclamarán algunos… pero no, aquí viene lo bueno: El ingrediente principal de este milagroso platillo es el ‘kashk’, una combinación que de sólo leerla se les bajará la cruz:  yogur fermentado, leche y suero de leche –ingrediente que podrán conseguir con su tendero turco, ya que es muy utilizado en la comida balcánica, árabe y turca- y ¡listo!…

Esta rara y poco  apetecible combinación mejora la digestión, además de tener poderes nutritivos y eliminar todo ese calor interno que guarda aquel que se haya empinado una botella de aguardiente.

Pero bueno, si no les gustó el remedio y lo suyo es tener una penitencia por caer en las tentaciones del dios Baco, pueden aligerar el daño si antes de entrarle al chupe con la singular alegría de un diputado panista, consumen col. Además, también aconseja el libro el siguiente “ritual”: tomar agua fría a primera hora de la mañana. Esto en dosis muy pequeñas, pero respirando muy profundo entre un trago y otro…

O mejor láncense por otras chelas, un kilo de barbacha y un consomé bien caliente… ya si no se les quita, de menos con las caguamas se les olvida. ¡Salú!

*Vía RT

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