A nadie le gusta recibir malas noticias y menos cuando se trata de nuestra salud, o de las personas que queremos. En ocasiones, los médicos utilizan el término “crítico, pero estable” para describir la situación y muchos —especialmente quienes no somos especialistas de medicina— no sabemos exactamente a qué se refieren los doctores.
¿Qué tan grave es la situación? ¿Cuáles son los pronósticos?
Bueno, pues incluso algunos médicos se han dado cuenta que es complicado de definir. “No deja claro nada de lo que se está hablando y deja más dudas que respuestas”, confesaba el epidemiólogo Álvaro Ramírez al portal Gato Encerrado, de El Salvador.
Crítico, pero estable
Por un lado —aunque es ambiguo— es también una manera en la que los especialistas médicos pueden dar su percepción del futuro del paciente.
“Crítico, pero estable” o “Delicado, pero estable”, dice el especialista salvadoreño, “Es una forma ambigua que utilizamos en medicina cuando un paciente está en cuidados intensivos, pero que no se ha desmejorado; que se le está dando seguimiento, pero que no se sabe cuál va a ser su resultado”.
Exacto. Cuando escuchas “crítico, pero estable”, significa que los pacientes o las personas sí están graves, pero no han empeorado.
Un doctor catalán —especialista en enfermedades del corazón— explicaba en el blog de la Sociedad Española de Cardiología que este término se usa regularmente “cuando los síntomas y signos no han cambiado recientemente o desde la última visita médica”.
Alvaro Ramírez, el especialista en El Salvador, admite que también es una manera de lidiar con nuestros sentimientos. Bueno, con los sentimientos de las personas que los escuchamos o los familiares de los pacientes.
“Tú no quieres asustar a la familia y esa es una forma psicológica de decir: se puede morir, o se puede salvar, pero está estable en este momento, porque no ha hecho caída en los signos vitales”.
—Álvaro Ramirez, epidemiólogo, en entrevista con Gato Encerrado
Entonces, ya lo saben.
Si escuchan “crítico, pero estable” no son noticias ni buenas, ni malas. Es un término médico que regularmente se utiliza para referirse a una enfermedad grave que no ha empeorado, ni mejorado en la última visita.
*Con información de Gato Encerrado y la Sociedad Española de Cardiología