Lo que necesitas saber:
Freezer de Dragon Ball fue creado como una crítica directa a los especuladores de Bienes Raíces. Entonces, con un poco de imaginación podríamos ver qué sucede si estuviera ligado a la crisis de vivienda en CDMX.
Les juro que tiene sentido. Solo tengan un poco de paciencia. Hace tiempo encontramos un dato increíble sobre la creación del personaje de Freezer y decidimos aprovecharlo. Nos dimos cuenta que —usando un poco de imaginación— era la oportunidad perfecta de hablar de la crisis de vivienda en CDMX con referencias de Dragon Ball.
Y no es precisamente que los nuevos departamentos sean tan chiquitos que parezcan de Corporación Cápsula. En realidad, nuestro relato es un poco más oscuro.
La crisis de vivienda en CDMX está tan complicada y es virtualmente imposible que los jóvenes chilango compren un departamento que la única explicación —que nos ayuda a ponerle cara alegre— es que Freezer, las Fuerzas Ginyu y otros villanos de Dragon Ball están llegando a nuestra ciudad.
Freezer de Dragon Ball es una crítica directa a la crisis de vivienda
Empecemos con esto: no nos lo sacamos de la manga.
Akira Toriyama reveló que creó a Freezer como una crítica directa a los especuladores de bienes raíces culpables de la crisis de vivienda en Japón, que causó grandes estragos en una burbuja inmobiliaria en la década de los 90.
Imagínense que el legendario creador de Dragon Ball se refería a los especuladores de vivienda como “el peor tipo de personas”.
Tiene mucho sentido. Freezer es un tirano galáctico que se dedica a encontrar planetas con buen clima para acabar con su población originaria y después venderlos al mejor postor. Algunas referencias similares aparecen en su diseño: su estatura es poco terrorífica en comparación con sus verdaderas intenciones y siempre habla de manera “profesional”.
Excelente dato inútil para compartir en la comida, ¿no?
Pero, ¿qué pasaría si usamos esa curiosidad para adaptarla al complicado fenómeno que vivimos los millennials chilangos? ¿Cómo se vería la crisis de vivienda de la CDMX explicada con Freezer y Dragon Ball?
Necesitamos echar mano de algunos datos públicos, investigaciones académicas y de las ridículas Fuerzas Especiales Ginyu para darnos cuenta que la situación en la CDMX está color de hormiga; que vamos volando al mismo destino que Namekusei.
Gurdo detiene el tiempo como han detenido nuestros salarios
Gurdo era el miembro más débil de las Fuerzas Especiales Ginyu pero tenía el poder de detener el tiempo. Adaptándolo a la crisis de vivienda en CDMX no podríamos pensar en otra cosa que en la manera en la que han detenido nuestros salarios.
En una investigación —ganadora del Premio Nacional de Periodismo— de Máximo Ernesto Jaramillo-Molina publicada en la revista Nexos se reveló una preocupante relación en la crisis de vivienda.
Los salarios en México están estancados y aunque creemos que estamos ganando un poquito más, en realidad estamos perdiendo el poder adquisitivo.
Debido a las crisis económicas o las faltas de políticas sociales para enfrentarlas, el investigador encontró que el poder adquisitivo de los salarios en 2022 era 21% más bajo de lo que los chilangos llegamos a tener en 2005. Nuestros ingresos llevan más de 16 años en picada.
Un reporte de la Organización Internacional del Trabajo confirmaba esta triste realidad: los salarios en México tienen 7% menos poder adquisitivo que en 2008.
Con razón la crisis de vivienda está más complicada que cualquier planeta en crisis dentro de Dragon Ball … y eso sin contar que los ingresos, sobre todo cuando hablamos de salarios, son preocupantemente bajos.
De acuerdo con el INEGI, un hogar —en el que viven más de 3 habitantes en promedio— tiene ingresos mensuales de 14 mil 213 pesos. Cuando tenemos que comer, transportarnos y encontrar alojamientos temporales, ¿quién va a poder ahorrar para comprar una casa?
Burter es el más veloz de la Galaxia, pero nada comparado con el aumento del precio de la vivienda
Burter era el miembro más veloz de las Fuerzas Especiales Ginyu que acompañaban a Freezer en Dragon Ball; pero si hablamos de la crisis de la vivienda en CDMX, la rapidez de este alienígena se queda corta comparada con el aumento exorbitante del precio de las casas o los departamentos.
No quiero amargarles el día, pero con estos datos se van a querer morir más veces que Krilin.
La vivienda en la CDMX es 56% más cara que lo que era en 2017. La idea de comprar una casa o un departamento se escapa con cada año que pasa: el aumento de un año a otro —o sea, de 2022 a 2023— es de un 11%.
Estos datos vienen del Índice de la Sociedad Hipotecaria Federal que cuenta todas las viviendas, nuevas o usadas, casas o departamentos. Y para acabarla de amolar, estas estadísticas descuentan los efectos de la inflación: el que estamos viendo es el aumento de los precios reales.
Y no crean que nos estamos poniendo fresas: la crisis de los precios de la vivienda en CDMX se hace presente en cualquier zona de la Ciudad.
Comparado con 2017, en la Benito Juárez son 60% más caras; pero en Iztapalapa son 47% más caras, en la Cuauhtémoc son 58% más caras y en la Gustavo A. Madero son 48%. Nadie se salva.
Reacoom era el violento y espérense a leer de las hipotecas
Reacoom era el único miembro de las Fuerzas Especiales Ginyu que parecía humano, pero era uno de los más violentos.
Y con un poco de imaginación, solo podemos comparar el güamazo modo Dragon Ball que nos espera si querríamos acceder a un crédito hipotecario en medio de la crisis de vivienda en la CDMX.
Aunque no existen reglas escritas en piedra, es común que solo te acepten un crédito hipotecario si los pagos mensuales significan cerca del 30% de tus ingresos comprobables. Lo que nos pone en graves, pero GRAVES aprietos.
Usemos algunas estimaciones para que se den una idea:
- Un crédito hipotecario a 20 años.
- Un valor promedio de la vivienda en CDMX de 3.7 millones de pesos.
- Tasas de interés entre el 10% y el 12% que dan los bancos en México.
¿Qué resultados obtenemos? Según la Condusef, en este 2024, para comprar una vivienda promedio en la CDMX nos esperarían pagos mensuales entre los 36 mil y los 42 mil pesos.
A eso súmenle que tendríamos que comprobar ingresos mensuales entre los 80 mil y los 100 mil pesos y soltar enganches superiores a los 740 mil pesos. ¿Cuántas personas pueden alcanzar esa cantidad de dinero para poder comprarse una vivienda en la CDMX?
Jayce y los trucos sucios en las rentas
Bueno, está bien: no compramos vivienda. Entonces, ¿vivimos en renta? La situación tampoco pinta idílica, como en el planeta de Kaiosama.
Jayce era el de los trucos sucios en las Fuerzas Especiales Ginyu de Dragon Ball y acá tendríamos que platicar de otro complicado fenómeno en la crisis de vivienda de la CDMX.
Según datos del INEGI, 7 de cada 10 personas que viven en la CDMX están rentando. Una renta promedio, según algunos estudios, está rasguñando los 16 mil pesos mensuales —aunque claro, eso cambia mucho dependiendo las zonas de la Ciudad.
Sin embargo, todo eso sucede en un panorama de completa indefensión.
Aunque obvio quienes rentan tienen obligaciones con los caseros, una investigación de la especialista en vivienda Carla Escoffié, autora del libro ‘País Sin Techo’, encontró que casi el 60% de las rentas en México no tienen contratos por escrito.
Sin esas regulaciones, que podrían ayudarnos a todos a encontrar un piso parejo entre la relación inquilino-arrendador, la investigadora revela ejemplos abusivos que seguro les sonarán conocidos.
Ya saben: investigaciones que le cobran a los propios inquilinos, depósitos exagerados, meses de renta por adelantado, aumentos anuales que superan el 10% o requisitos absurdos, como razas de perro prohibidas o fotografías de quienes van a vivir ahí.
Freezer en la perspectiva que tenemos sobre la crisis de vivienda en CDMX
Seamos un poco más clavados.
Freezer veía a los planetas que conquistaba como un activo financiero, un producto a la venta. Pero esa perspectiva no solo está en Dragon Ball o en la burbuja inmobiliaria en Japón que inspiró la creación de este pequeño tirano galáctico; la vemos todos los días en la crisis de vivienda en CDMX.
La vivienda ya no se considera un derecho o un espacio para satisfacer nuestra necesidad humana a un espacio. Ahora, la vivienda se considera una inversión.
¿Les suena? Son todos esos anuncios inmobiliarios de: “Compra departamentos listos para ponerse en renta” o “Invierte en bienes raíces o AirBnb”.
Aunque el fenómeno es profundo y algunos especialistas (AQUÍ) lo explican mejor que nosotros —sin referencias mensas a Dragon Ball—, los efectos de esta llamada financiarización de la vivienda son brutales para la vida en la CDMX.
Si la vivienda ya no es un derecho y ahora es una inversión, los resultados son obvios: la intención no es vivirla, la intención es ganarle.
Eso ha provocado que los precios escalen, que generen rendimientos superiores a la inflación, que las casas y departamentos que se construyen no sean accesibles. Vean esto, nomás para que se den una idea:
Un estudio publicado en la revista del Infonavit encontró que, tomando en cuenta sus ingresos, el 40% de las personas solo podría pagar una vivienda considerada Económica. Sin embargo, esas viviendas son solo el 0.4% de las viviendas disponibles.
Mientras tanto, las viviendas residenciales —con valor promedio de 3.5 millones de pesos— han crecido exponencialmente: en solo 10 años, se construyen un 588% más.
La oferta de vivienda en la CDMX parece estar completamente desconectada de la demanda. En fin.
Con un poco de imaginación, exprimimos las referencias a Dragon Ball para contarles esta historia real de la crisis de vivienda en CDMX y es que, aunque no estén explotando las montañas, ni veamos un Kame Hame Ha en el cielo, parece que Freezer ya está aquí.