Así como en México nos ponemos en modo alerta cada que el precio de las tortillas empieza a escalar, en Europa se vive un estrés similar con los alimentos básicos de su cocina. A veces parece a cotorreo —o a estereotipo, pues— pero imagínense cómo están sufriendo en Italia con el precio de la pasta que está llegando a preocupantes niveles históricos.
¿Qué tan grave está la cosa? Pues calcúlenle que el gobierno ha llamado a una emergencia y algunas organizaciones están organizando una huelga de pasta de 15 días para poder bajar los precios.
No es cosa menor. La crisis de la pasta en Italia está de la patada. En marzo los precios subieron un 17% y en abril subieron 16% más.
Eso, además, considerando que se trata de la comida más importante en el país europeo. No es broma. En promedio, cada italiano se come 23kg de pasta al año. Eso quiere decir —comparándolo con el mercado mexicano— que cada persona se compra más de 2 paquetitos de 200 gramos a la semana.
Crisis de la pasta en Italia
Como les decíamos, la crisis de la pasta en Italia está llegando a momentos bastante complicados, al grado de que el Gobierno ha tenido que llamar a reuniones de emergencia. En conjunto con el Ministerio de Industria, los especialistas en economía y las empresas que producen los alimentos han estado pensando en poner precios límites.
Aunque todavía no llegan a un acuerdo el gobierno ha emitido un mensaje —señalando que “la pasta es una solución, no un problema”— en el que piden a la ciudadanía paciencia.
Y es que la crisis de la pasta en Italia se está enfocando, especialmente, en su impacto social.
Aunque los precios del trigo subieron después de la guerra en Ucrania, se suponía que los costos se habían estabilizado con los meses. Entonces, ¿qué está sucediendo para este alimento primordial para millones de familias?
“Los altos precios se mantienen para que tengan mayores ingresos”, señalaba un grupo de defensa de los consumidores llamado Assoutenti. “Los precios solo van a bajar cuando vean una caída en el consumo”.
Es por eso que está sucediendo algo interesantísimo —que podría tener complicadas consecuencias en las personas. Decenas de organizaciones están planeando una huelga de pasta de 15 días en los que nadie compre estos productos.
