Por si periodistas a los que les checan sus comunicaciones privadas y el público en general no quedó conforme con el contundente comunicado en el que Presidencia NO negó, pero sí señaló que no hay pruebas que demuestren que les gusta saber de qué pide sus pizzas Carmen Aristegui, ahora es Gobernación la que sale al quite. Ya más no se puede.

Tras encabezar una reunión con el Gabinete de Seguridad Nacional, el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se dio un tiempecito para ver de frente a quienes espía periodistas y, cual genio de lámpara, se aventó a responder sólo tres preguntas. Una de ellas, saber si es verdad que el gobierno federal lleva a cabo prácticas de espionaje en contra de periodistas y defensores de derechos humanos. Evidentemente iba a decir que no…

Pero bueno, además señaló que el Estado mexicano cuando investiga, lo hace para dar con criminales… como es el caso de este sexenio, en el que se ha conseguido ubicar a los capos más picudos y peligrosos. Cosa que nunca antes en la historia se había hecho.

¿Y entonces los del New York Times están inventando al decir que el gobierno mexicano adquirió herramientas de espionaje con las que tienen bien checados a periodistas y activistas? No tanto así, pero pidió que, en caso de contar con los elementos que lo demuestren, pues entonces vayan con la autoridad de su confianza… o sea, con la PGR, la cual se encargará de hacer la investigación correspondiente.

¿Saben cómo los periodistas pueden evitar que las autoridades los investiguen (digo, si es que lo hacen)? Siendo asesinados… ya desde hace  más de un mes que el cofundador de Riodoce, Javier Valdez, fue asesinado y hasta la fecha nada se sabe de quiénes son los responsables. Sobre este asunto fue cuestionado Osorio Chong y, claro, ya que la conferencia se realizó en Sinaloa, era difícil que el secretario cuenteara a los periodistas presentes, por lo que algunos de ellos prefirieron darle la espalda y manifestarse para exigir justicia. “No se ha dejado de investigar”, aseguró Osorio Chong…

“¿Ohh, si no le van a creer sus choros mareadores, pa’ qué preguntan?”, ha de haber pensado el de la Sedena, Salvador Cienfuegos, otro de los funcionarios a los que los periodistas sinaloenses le dieron la espalda.

Información: La Jornada

 

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