¡Se les dice! A pesar de las restricciones por la pandemia de COVID-19 a la que nos enfrentamos, el pasado 3 de octubre el actor Armando Torrea, que ha aparecido en telenovelas en México, armó el fiestón para celebrar su boda con Laura Pérez, la hija de un empresario.
Y no estaríamos hablando de ello si no fuera porque el resultado de esa boda, a la que asistieron más 300 personas, es que poco más de 100 personas resultaron positivas a COVID-19. No, no es broma.
El secretario de Salud de Baja California, Alonso Óscar Pérez, se refirió al evento llevado a cabo sin cubrebocas siquiera en la zona de San Pedro Residencial, en Mexicali. Explicó que hasta el momento se sabe que aproximadamente el 25% de los asistentes a la fiesta se contagiaron de coronavirus.
Aunque el actor ocultó las publicaciones con fotografías y videos que había subido a sus redes sociales, el internet hizo su trabajo y las evidencias que aún quedan disponibles muestran como los invitados no llevan cubrebocas, no hay sana distancia y son muchísimos más de los permitidos para un evento.
Ya están investigando la boda
El secretario de Salud de Baja California explicó en entrevista que ante el progresivo desconfinamiento y apertura de actividades de la nueva normalidad en el estado, se autorizó la reapertura de salones de fiestas y jardines pero con protocolos de higiene y con aforos máximos para evitar conglomeraciones.
Es por eso que ante denuncias en redes sociales y un señalamiento interpuesto ante la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), al gobierno de BC le compete investigar al salón de fiestas en que se llevó a cabo la boda ya que evidentemente que no aplicó los protocolos y permitió la fiesta de manera clandestina, ya que ni permisos pidieron. Así
Y no es todo. El secretario de Salud de Baja California explicó en compañía del gobernador Bonilla que si alguna persona de esa fiesta tenía un resultado positivo a COVID-19 y aún así acudió se podría catalogar como un delito a la salud porque es contagio intencionado.
Sea Chana o sea Juana este es un claro ejemplo del por qué no debemos pasarnos por el arco del triunfo las recomendaciones de salud y tomar en cuenta las restricciones. Ni casarse, ni festejar el cumpleaños, ni irse de vacaciones es un asunto de vida o muerte, pero podría convertirse cuando por no respetar las medidas se contagian gran cantidad de personas.