Costa Rica es uno de los países más innovadores en cuanto a sus leyes en materia de ecología. Muestra de esto es el anuncio de que esta nación centroamericana eliminará los zoológicos de su territorio para convertirlos en parques botánicos. ¿Fue una buena decisión?
Costa Rica posee una de las mayores concentraciones de biodiversidad a nivel mundial (el 4%), por lo que sus autoridades ambientales se preguntaron “¿Por qué un país que se jacta de proteger a la naturaleza tiene jaguares o monos encerrados tras barrotes?”
La respuesta los llevó a tomar la decisión de ya no tener más animales en cautiverio y transformar sus dos zoológicos estatales en jardines botánicos. Ana Lorena Guevara, viceministra de Ambiente de Costa Rica comentó que esta medida pretende eliminar el concepto de animales enjaulados.
“Estamos mandando un mensaje al mundo. Queremos ser congruentes con nuestra visión de país que protege a la naturaleza”, dijo Lorena Guevara.
En Costa Rica, país de apenas cuatro millones de habitantes, hay varios zoológicos privados que tienen una visión de preservación y rescate, mismos que seguirán funcionando. Los dos pertenecientes al estado sufrirán una transformación total. Estos complejos son el Parque Zoológico Simón Bolívar, ubicado en el centro de San José; y el Centro de Conservación, en el suburbio capitalino de Santa Ana.
El nuevo concepto de estos espacios será crear un centro natural de muestra de orquídeas, que se espera, atraiga a las aves locales. Este nuevo jardín botánico también será empleado como centro de investigación científica.
De entrada, esta decisión parecería adecuada, sin embargo hay un pequeño detalle que al parecer no se tomó en cuenta.
La transformación iniciará en el 2014. Las jaulas serán eliminadas mientras se realizan las obras, los 400 animales de ambos zoológicos serán enviados a otros zoológicos privados y centros de rescate costarricenses.
La gran interrogante y preocupación, es sobre el destino de estos animales. La zoóloga Yolanda Matamoros, directora durante 22 años del Parque Zoológico Simón Bolívar, se dijo preocupada por el tema.
“Esta decisión nos tiene preocupadísimos. Nosotros nunca fuimos al bosque a atrapar estos animales. Todos los animales que tenemos en nuestro zoológico han sido o rescatados o donados. El problema es que si los reubicamos en centros de rescate, no sabemos si recibirán atención profesional. Además, si los ponemos en libertad morirán de hambre pues ya no saben cazar, son animales acostumbrados a vivir en cautiverio”.
Ambos zoológicos cuentan con especies foráneas (leones y pavorreales); los 400 animales restantes son especies locales como mapaches, monos carablanca, dantas, jaguares, venados y monos colorados, por mencionar algunos.
Para Matamoros, es inadmisible que el Ministerio de Ambiente de Costa Rica (MINAE) tomara una decisión de este tipo sin haber consultado a los especialistas del zoológico y dejó entrever lo sospechoso que resulta el que esta transformación se realice justo cuando el terreno en el que se encuentra el zoológico Simón Bolívar incrementó su valor económico gracias a su ubicación en el centro de San José.
Seguramente vendrá una lucha legal para decidir el destino del zoológico, pues la actual administración, y que opera sin fines de lucro, aún tiene contrato vigente.
Para la viceministra Guevara no habrá problema alguno pues el traslado de animales se llevará a cabo siguiendo los protocolos internacionales. Respecto al contrato de la administración actual, éste no será renovado.
Anualmente estos dos zoológicos reportaban alrededor de 150,000 visitas.
Habrá que ver cómo termina este lío, porque uno cómo sea, pero… ¿y los animales?