El virus SARS-CoV-2, que provoca el COVID-19, ha cambiado por completo la forma en que vivimos. En un principio nos obligó a quedarnos en casa por varios meses saliendo solo por lo esencialmente necesario y, aunque poco a poco van bajando los contagios y las desafortunadas muertes a nivel mundial, la nueva normalidad ya se convirtió en nuestra nueva mejor amiga.
A pesar de que ya se están aplicando vacunas contra el coronavirus en distintos países del mundo, incluido México, es importante tener en cuenta que la vacuna no puede sola. Una persona inmunizada tiene un muy bajo riesgo de infectarse de COVID y 100% de garantía de que no desarrollará una forma grave de la enfermedad, pero sí puede contagiar a las personas que aún no están infectadas.
De acuerdo con el director de área de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, es muy probable que el virus SARS-CoV-2 acabe siendo endémico con una incidencia baja. Estas son aquellas enfermedades infecciosas que afectan de forma permanente o en determinados períodos a una región.
Esto significa que aunque logremos controlar el virus y su propagación, el COVID seguirá existiendo en el mundo aunque la mayor parte de la humanidad ya esté inmunizada.
La Nueva Normalidad implica una modificación en la rutina diaria, ciertas cosas que no podemos olvidar hacer, que ya son parte de nuestras vidas y que lo serán por un buen rato. Es por eso que acá les dejamos una lista de las cosas que el COVID nos obligó a dejar de hacer y las que ya no podemos olvidar.
Lo que ya no podemos hacer y quién sabe hasta cuándo
- Besos, abrazos y la caricia con el ser amado
Y en general cualquier contacto humano. Abrazar a tus amigos cuando los ves, darle un beso a alguien, hasta los besos de tres en la fiesta quedaron suspendidos temporalmente debido a la forma en que se propaga el virus. Lo de ahora es mantener la sana distancia de las demás personas, al menos metro y medio de los demás. Eso si contar que los saludos son a la distancia o bien con el codito.
Por si tenían la duda, hasta el momento no hay evidencia científica de la propagación el virus por medio de los fluidos vaginales o del semen, pero sí de la saliva. Si van a aplicar el acto amatorio con el ser amado, es importante tomar en cuenta ciertas recomendaciones 👇🏻
- Visitar a la familia o hacer reuniones
Especialmente si las personas tienen factores de riesgo que los hagan más vulnerables ante el COVID. Desde hace un buen tiempo las visitas a los abuelitos quedaron estrictamente suspendidas para evitar contagiarlos, pero en general cualquier reunión.
Ahora que acaba de pasar Navidad, un modelo matemático creado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) reveló cuánto tiempo te tomaría infectarte de COVID en una reunión con varias personas para comer: con o sin cubrebocas.
Por ejemplo, en el primer escenario donde la habitación donde se lleva a cabo la reunión cuenta con ventilación natural, las personas llevan cubrebocas y hablan con un tono de voz normal (no gritando), la seguridad de no tener un contagio de COVID-19 podría ser de 1 hora con 11 minutos.
Imagínate lo que te toma contagiarte sin cubrebocas.
¿Listos para la cena navideña? Esto te tomaría contagiarte de COVID-19 en una reunión
- Ir a un concierto o al estadio
Ni pensarlo. Si el COVID puede contagiarse hasta metro y medio de distancia, imagínate la propagación en un lugar cerrado o abierto pero con cientos de personas muy cerca unas de otras, brincando, cantando y/o bailando.
Desde que surgió el coronavirus, en todo el mundo se volvió un sueño imposible ir a un concierto, a bailar o ir a disfrutar de un partido de tu equipo favorito en un estadio. Poco a poco las actividades van regresando pero aún así el aforo de personas es muy limitado.
A principios de este año, después de varios experimentos, The Flaming Lips por fin pudieron armar esta serie de conciertos llamados Space Bubble.
En el lugar, además de mantener las medidas de sana distancia y el uso de cubrebocas en todo momento, en un esfuerzo creativo por crear una atmósfera segura, pusieron a disposición de los asistentes 100 cápsulas transparentes inflables para que se pusieran de pie mientras veían a la banda actuar en el escenario.
En cada burbuja cabían hasta tres personas, y además de los miembros del público, tanto Coyne como los demás miembros de la banda estaban encerrados en sus propias burbujas de plástico durante los shows, así que nunca hubo contacto entre ellos.
- Irse de vacaciones
Aunque a algunos no les importa mucho que digamos. Una de las principales recomendaciones de las autoridades sanitarias en todo el mundo es quedarse en casa en la medida de lo posible y solo salir a lo esencialmente indispensable.
Pero el mensaje no fue entendido/aceptado por todos.
Como se preveía, la segunda y escandalosa ola de contagios en México mucho le debe al turismo que se realizó en fin del año pasado. De hecho, en las entidades que reciben turistas hubo un notable aumento de casos y fallecimientos.
“Entretanto, en México, los casos y las muertes siguen aumentando, especialmente en los estados que atrajeron mucho turismo durante las fiestas de fin de año, como Guerrero, Quintana Roo, Nayarit y Baja California Sur”, expuso la representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Clarissa Etienne.
- Irse de fiesta, a pasear, al cine o a un museo
Las razones por las que queda suspendido ir a un antro, ir al bailongo, ir a ver una película al cine con un combo nivel Dios de palomitas y nachos o simplemente ir a un museo, son las mismas que en las anteriores actividades. Poco a poco regresan las actividades pero se debe encontrar una manera de llevarlas a cabo sin aflojar las medidas de higiene y sana distancia.
En algunos casos, los eventos culturales se han adaptado para que las personas puedan acudir y disfrutar desde sus carros (como el cine, las luchas, teatro e incluso conciertos), además de que poco a poco los museos y los cines reabren, aunque sin venta de alimentos, con asientos cancelados y, por supuesto, con cubrebocas y manitas lavadas.
¿Así van a ser? La primera noche de fiesta con reglas COVID-19 se llevó a cabo en Alemania
- Chutarse los respectivos taquitos, el elotito, la garnacha en la calle o en un restaurante
Para comer es necesario quitarse el cubrebocas, por lo que implica un riesgo muy alto de propagación consumir cualquier tipo de alimento en la calle. Durante muchos meses que estuvimos en semáforo rojo los restaurantes y comerciantes relacionados con comida se las vieron difíciles sobreviviendo solo con pedidos para llevar.
Aunque poco a poco se retomaron las actividades y se levantaron las cortinas, la separación de mesas, los comensales al aire libre, la desinfección constante, sin música en vivo, etc. son normas que se quedarán con nosotros un buen rato.
- Ir a la oficina o salir a trabajar
El concepto de lugar de trabajo, lugar para dormir, para comer y para descansar se funcionó hace muchos meses. Te levantas, te arreglas (o no) y te sientas frente a la computadora en casa. Luego te levantas a la cocina, comes, regresas y al final del día pasas a la sala a ver la tele, a lavar la montaña de trastes y a dormir.
Así la nueva forma de trabajar.
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Aquellas personas que salen todos los días a trabajar, sí o sí, también han modificado la forma de hacerlo. Ahora hay que tener más cuidado con las medidas de prevención como el cubrebocas y el lavado de manos. El confinamiento y la crisis económica ha vuelto muchísimo más complicada la situación para las personas con un trabajo informal.
- Ir al gimnasio
Ni pensarlo. Los gimnasios son lugares cerrados en donde las personas están liberando partículas de saliva constantemente.
A pesar de que en algún momento fisicoculturistas y dueños de gimnasios protestaron en la Ciudad de México con sentadillas para que los dejaran abrir, nos hemos adaptado a ejercitarnos en casa.
Uno, dos, uno, dos: Dueños de gimnasios exigen con sentadillas reapertura en CDMX
Independientemente de cuánto extraños ir al cine, a pasear o de vacaciones, es importante no bajar la guardia. Por nosotros, por nuestras familias y seres queridos, por el personal de salud que ha pasado más de un año horrible, por todos.