A Sarah Sander, la vocera de la Casa Blanca, le ha llovido sobre mojado estos últimos días. ¿La razón? Su apoyo incondicional a las reformas migratorias del presidente Donald Trump, las cuales, por cierto, fueron canceladas. Y eso la ha convertido en una persona no muy agradable para otros, tanto así que el pasado 22 de junio la dueña de un restaurante la corrió de su changarro.
En su cuenta de Twitter, Sarah escribió lo siguiente: “Anoche la dueña de Red Hen en Lexington, Virginia, me dijo que me fuera porque trabajo para el presidente de EE.UU. y me fui cortésmente. Sus acciones dicen mucho más de ella que de mí. Siempre me esfuerzo al máximo para tratar con respeto a las personas, incluidas aquellas con las que no estoy de acuerdo, y continuaré haciéndolo”
Last night I was told by the owner of Red Hen in Lexington, VA to leave because I work for @POTUS and I politely left. Her actions say far more about her than about me. I always do my best to treat people, including those I disagree with, respectfully and will continue to do so
— Sarah Sanders (@PressSec) 23 de junio de 2018
Esto se dio a conocer luego de que un empleado del restaurante describiera el incidente en su cuenta de Facebook (que ya borró), en el que detalló que Sarah Sanders duró apenas dos minutos dentro del establecimiento pues la dueña le pidió que se retirara. Por otro lado, la familia de Sanders se fue por su propia voluntad luego de que a la vocera le aplicaran el “comes y te vas”. Bueno no, ni de eso le dieron chance.
Sanders ha sido fuertemente criticada por apoyar las reformas migratorias de Trump, que ya fueron canceladas, pero las cuales nos dejaron ver en los últimos días a niños hijos de inmigrantes encerrados en jaulas y en situaciones nada agradables. De hecho hace unos días se hizo viral un video en el que se muestra cómo un reportero enfrenta a la vocera y le pregunta si ella como madre no tiene ningún tipo de empatía por los niños que están siendo apartados de sus familiares.