Tras la restricción de los vuelos de Europa a Estados Unidos, en redes sociales se desataron las preguntas sobre qué rayos iba a hacer el gobierno mexicano. ¿Era momento de llamar a una cuarentena?, ¿de cerrar las fronteras?, ¿cuándo llegará la jornada más ruda de los contagios? En medio de estas preguntas, un matemático de la UNAM armó un modelo para anticipar el comportamiento de la nueva cepa de coronavirus (COVID-19) y los resultados que arrojó es que el brote infeccioso se dará entre el 20 y 30 de marzo.
Se trata del doctor Gustavo Cruz, quien colaboró en el diseño de un modelo matemático que podía determinar la velocidad de los contagios, la fecha en que se registrarían y la efectividad en las medidas de contención. En aquella ocasión, Gustavo Cruz y el equipo que trabajó en el modelo consiguieron índices de predicción muy altos —en la crisis de la influenza tipo A (H1N1).
Ahora con los casos de coronavirus, el académico chambea en un modelo que indica que la preparación ante esta contingencia es la mejor medida para enfrentarla. Por ejemplo, en la crisis de influenza de 2009, el número de infectados se mantuvo muy por debajo del total que se hubiera registrado —gracias a los protocolos de salud.
Estimación de la propagación del COVID-19
“El integrante del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM señala que, aunque el COVID-19 ya llegó a México —como confirman la decena de enfermos ya bajo observación médica— será hasta dentro de dos o tres semanas cuando el número de contagios se eleve de forma exponencial, por lo que saber esto con anticipación es una buena medida para prepararnos ante la epidemia inminente”, se lee en el reporte publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Es decir, de acuerdo con las previsiones del doctor Gustavo Cruz, dentro de dos o tres semanas aumentará de manera exponencial el número de casos. ¿En qué se basó para hacer esta predicción?
Se supone que el trabajo del doctor Cruz se basa en un modelo clásico de 1927 —planteado por los médicos W. O. Kermack y A. G. McKendrick— que utiliza un sistema de ecuaciones diferenciales para detallar cómo surge un brote infeccioso, su crecimiento, en qué momento alcanza su máximo y cómo decae.
Los parámetros a considerar son los biológicos y los sociales —nada de las predicciones de videntes o youtubers. “Hemos complementado estas ecuaciones diferenciales con difusión clásica para formar lo que se conoce como un sistema de reacción-difusión“, dijo Cruz.
Comparación de resultados con la influenza tipo A
Cruz explicó que durante la crisis de 2009, su equipo tomó datos de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México para analizar el momento en que ocurrió el brote en nuestro país. Con esos datos, los matemáticos modelaron lo observado en la cuarentena y, por lo tanto, se armó una estrategia de contención efectiva.
Ahora, con la situación de China o Italia ante los contagios de coronavirus, Gustavo Cruz consideró que la cuarentena no es una medida descabellada —tomando en cuenta el nivel de crisis en que se encuentran en estos países.
En contraste, la decisión que tomó Donald Trump de cancelar los vuelos procedentes de China —y también de Europa, excepto de Reino Unido— no será nada efectiva, ya que los modelos matemáticos indican que esta medida retrasará los brotes en apenas pocos días.
Ojo, sin embargo, no lograrán disminuir el número de casos o el ritmo de la infección.
¿Qué espera México?
Va por partes. De acuerdo con el profesor Cruz, hay que tomar en cuenta que vivimos en un mundo interconectado y, por ende, las probabilidades de contagio de coronavirus existen. Sobre todo en zonas como la Ciudad de México —por aquello de las actividades económicas y porque es una urbe densamente poblada.
Así que de todas las medidas de contención, la que no falla es la cuarentena. Ojo, no es la única medida que el gobierno puede tomar —vale mencionar que Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, ha explicado que existen tres fases o escenarios que consideran la importación viral, dispersión comunitaria y epidémico. Justo en la segunda fase comienzan los protocolos para aplicar la cuarentena.
Eso sí, a consideración del doctor Cruz, es necesario que el gobierno de AMLO se ponga más las pilas en la atención de los vuelos provenientes de China o Italia:
“En el Aeropuerto Internacional de México no se está haciendo nada por el momento, pese a que sería muy fácil instrumentar medidas tan simples como las de formar a todos los pasajeros que desaborden y hacer que se froten las manos con gel sanitizante antes de salir a la sala de espera. Quizá sólo esto tenga mayor impacto que vetar todo vuelo proveniente de Italia o de China”.
Si México toma en cuenta estas estimaciones y las medidas para mitigar la propagación de coronavirus, tendrá una mayor capacidad de maniobra ante las contingencias que se prevén en las próximas semanas.
Por cierto y para dejarlo como contexto, el modelo matemático elaborado por Cruz ha sido una colaboración con los epidemiólogos Samuel Ponce de León, de la Facultad de Medicina, y María Eugenia Jiménez Corona, del Instituto Nacional de Cardiología, en mix con Jean-Guy Caputo (Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas de Rouen, Francia), y con José Fernando Bustamante Castañeda, del posgrado de Matemáticas de la UNAM.
