Aunque las últimas semanas han sido de baja sostenida en contagios y muertes por coronavirus en México, eso no significa que ya ganamos la guerra. Las cifras de COVID-19 pueden retomar la línea ascendente si no nos cuidamos como debemos.
La Secretaría de Salud reveló que hasta este sábado 22 de agosto, en México ya se registran un total de 556 mil 216 casos acumulados de coronavirus. Dicho número representa que en las últimas 24 horas nuestras autoridades sanitarias confirmaron un total de 6 mil 482 nuevos contagios.
La Dra. Ana Lucía de la Garza también reveló en la conferencia de prensa que México ya superó las 60 mil muertes por coronavirus. Para ser más específicos, la cifra de personas que fallecieron en nuestro país por COVID-19, es de 60 mil 254.
Dicho número implica que las autoridades sanitarias confirmaron en las últimas 24 horas que 644 personas más perdieron la vida en México con diagnóstico positivo de COVID-19. Ese número no está ni cerca de los peores días en nuestro territorio, pero fue suficiente para romper una nueva barrera.
América, con tendencia a la baja; Europa, a la alza
Como dijimos anteriormente, México lleva ya tres semanas de baja sostenida en contagios y muertes por coronavirus, lo cual debemos reconocer y celebrar. Y por fortuna no es sólo nuestro país, en general las regiones de América comienzan a mostrar una tendencia a la baja contra la pandemia.
En contraparte, Europa comenzó a mostrar nuevamente una línea ascendente luego de varias semanas mostrando precisamente una tendencia a la baja. Dicha situación sólo nos demuestra que ni en México ni en ningún país de América debemos bajar la guardia o podríamos retomar el mal camino.
Salud mental debe ser prioridad ante la presencia del coronavirus
La noche de este sábado se retomó el tema de la salud mental en los tiempos del coronavirus. Desde el miedo a contagiarse o contagiar a alguien más, hasta la posibilidad de perder el empleo, son emociones que pueden afectar nuestra salud mental en el marco de la pandemia.
Sin embargo, estos no son problemas exclusivos de los adultos con responsabilidades, los niños pueden sufrir las repercusiones tanto por las emociones reflejadas por sus padres como por sus propias angustias, el encierro y los cambios radicales en su estilo de vida como el próximo regreso a clases de manera virtual.
Los niños pueden manifestar de diversas formas sus ansiedades en estos días en que el coronavirus sigue presente en la vida diaria, principalmente a través de procesos regresivos. Desde querer dormir con sus padres a pesar de ya no estar en una edad común para ello, hasta mojar la cama por las noches.
De igual forma los adolescentes manifiestan diferentes ansiedades a los niños y adultos, como pérdida de su sentido de independencia, irritabilidad, enojo y rebeldía, situaciones que pueden agravar los conflictos comunes con sus padres o incrementarlos, además de exponerlos a un mayor consumo de alcohol, tabaco o alguna otra sustancia.
Es por ello que además de los cuidados que ya todos nos sabemos de memoria para cuidarnos del coronavirus, debemos estar muy pendientes de los cambios en las actitudes o comportamientos de la familia, y buscar atención profesional en caso de detectar alguna afectación en la salud mental de cualquier integrante de la misma a causa de la pandemia.
