Mientras que en algunos países apenas se están viviendo los efectos del coronavirus, en China parece que van de salida.
De acuerdo con diversos medios internacionales, por segundo día consecutivo en China no se tienen registros de nuevos casos locales de COVID-19. Lo cual se puede interpretar como el control del brote epidémico. Según reporta The Hill, lo informado por la Comisión Nacional de Salud de China es algo como esto no sucedía en el país asiático desde que comenzó el brote, en diciembre del año pasado.
Sin embargo, lo anterior no implica que las autoridades en China pretendan bajar la guardia, ya que mientras que no hay nuevos casos locales, todavía se siguen confirmando casos de COVID-19 importados… aunque, claro, el número es notablemente menor a los que se reportaron en días anteriores: 39 ayer, según funcionarios de Salud.
Los números que durante casi tres meses se manejaron en China pueden tomarse como referencia del impacto que el COVID-19 tiene en un país. Claro, con sus debidas distancias, ya que hay que tomar en cuenta que China inició combatiendo el problema a ciegas, por tratarse del país donde se originó la enfermedad. Desde el comienzo del brote a la fecha, se reportaron más de 80 mil contagios y la muerte de 3 mil 245 personas (esta última cifra ya superada por Italia).
En las primeras etapas del brote en China, las autoridades de Salud diariamente confirmaban miles de casos nuevos. Por ello, se vieron en la necesidad de suspender viajes hacia y desde la provincia de Hubei, donde se encuentra Wuhan, cuna de la nueva cepa del coronavirus. Otras de las medidas adoptadas fue la restricción de los lugares públicos: las personas debían obligatoriamente permanecer en sus hogares.
“Hoy hemos visto el amanecer, después de tantos días de duro esfuerzo”, comentó Jiao Yahui, inspector senior de la Comisión Nacional de Salud, luego de vivir el primer día sin informar nuevos casos del virus… y ahora que van dos días consecutivos, la pura alegría.