Qué lejos quedaron los días en los que Kim Jong-un y Donald Trump peleaban por ver quién tenía su “botón rojo” más grande (según lo revelado por Stormy Daniels, el republicano tiene poco chance de ganar). ¿Habrá pasado la crisis? Pues al parecer sí: ayer, los líderes de las dos Coreas firmaron un acuerdo con el que se comprometieron a la pacificación de la península (coreana, claro) y hasta irán de manera conjunta a los Juegos Olímpicos.
Justo cuando Trump rogaba que llegara un TT que tumbara al incómodo “Mario Kart”, los presidentes Moon Jae-In y Kim Jong-un, de Corea del Sur y Corea del Norte, respectivamente, hicieron que en la red del pajarito se colara el tema “Coreas”. Hubo unos que pensaron de inmediato en una nueva bronca de tintes nucleares, pero nada de eso: ambos mandatarios realizaron su tercera cumbre, cuyo principal resultado fue el acuerdo para erradicar amenazas bélicas en la península que comparten.
Además, Kim ofreció desmantelar en su totalidad el complejo de Yongbyon, considerado como el centro del programa nuclear norcoreano… claro, para que esto sea posible, el gobierno de Pyongyang sólo pide una cosita: que en Estados Unidos hagan algo similar, que se tomen “medidas correspondientes” a las tomadas ayer por los coreanos.
Esta tercera cumbre se llevó a cabo en Pyongyang, con la presencia de los ministros de defensa de ambos países. De acuerdo con Moon Jae-in, a lo que se aspira con la firma del mencionado acuerdo (raro, pero ahora no le pusieron nombre) es a convertir a la península de Corea en una zona completamente desmilitarizada, donde sólo reine la paz y la harmonía. ¿En serio? Bueno, no tanto como que vayan a reinar los ositos cariñositos, pero sí con más unión entre ambos países. De hecho, se comenzarán los trabajos para reconectar a ambos países por medio de vías férreas y carreteras transfronterizas.
¿No pueden con tanta felicidad? Pues falta más: los líderes de las Coreas convinieron que, para los Juegos Olímpicos de 2020, mandarán una delegación conjunta y… por si esto no fuera suficiente para demostrar su “carnalismo” extremo, se presentarán como candidatos para recibir en 2032 la competición olímpica de manera unida.
Como era de esperarse, Donald Trump no resistió las ganas de meter su cucharota en el tema y desde Twitter mandó un mensaje para los que no leen sopitas.com, resumiendo de manera no tan jocosa todo lo expuesto anteriormente. Más o menos así: “Kim Jong-Un acordó permitir inspecciones nucleares, sujetas a negociaciones finales, y desmantelar permanentemente un sitio de prueba y una plataforma de lanzamiento en presencia de expertos internacionales. Mientras tanto, no habrá pruebas de cohetes o nucleares”.
¿Qué… así nomás? Sí, sin nada de la explosiva felicidad de veces anteriores en las que se colocaba como orquestador de la nueva era de paz que vivirá la humanidad. Pero se entiende, ayer fue el protagonista de las redes, aunque no de la manera que le hubiera gustado.