Las fuertes lluvias —consideradas como las más cañonas desde 1942— dejaron imágenes que remitieron a toda Corea del Sur y al resto del mundo a la película Parasite: sótanos inundados hasta el tope, por lo que ahora el gobierno de Séul busca prohibir estas construcciones.
Sí, después de las fuertes lluvias de la noche del 8 de agosto que terminaron por inundar a Seúl, Incheon y la provincia de Gyeonggi, las autoridades de la capital consideraron que ya es momento de ponerle un alto a las construcciones de sótanos y semisótanos por el riesgo que representan para las personas en este tipo de emergencias.
Sobre todo, tras la muerte de tres personas en un sótano inundado en el distrito de Gwanak, en la capital.
Y en Corea del Sur: Seúl quiere prohibir los sótanos
La agencia de noticias pública Yonhap citó a funcionarios del gobierno de Seúl para contar que ya no darán más permisos para construir estos sótanos de uso habitacional.
O al menos, ese es el objetivo.
Por un lado está ya no emitir estos permisos y, por otro, que los sótanos que ya están construidos no tengan uso habitacional.
Se prevé que durante estos días comience el veto a los permisos de construcción para este tipo de “casas”, mientras que las autoridades se preparan para echarle un buen ojo a la Ley de Construcción para hacer de este veto algo oficial y que esté en la ley.
Además, también tienen planeado dar un límite de 20 años para que los dueños de estos sótanos cambien su uso —a cambio, las autoridades están dispuestas a darles incentivos o comprarles sus sótanos y convertirlos en almacenes comunitarios.
Las lluvias del 8 de agosto dejaron un saldo de al menos 11 personas fallecidas, ocho desaparecidos, daños en el Metro de Seúl y en las principales vialidades.
Las fuertes lluvias reflejaron el sistema de desigual que impera en Seúl y los riesgos a los que la gente está expuesta por vivir en los sótanos o semisótanos —donde tres mujeres murieron.
