El ataque que Estados Unidos realizó en contra de Siria el pasado 6 de abril —en respuesta a los bombardeos con armas químicas— reavivó las tensiones con varias naciones del mundo. Rusia e Irán, aliados del régimen de Bashar al-Assad, advirtieron a los estadounidenses que en caso de una nueva agresión, ellos actuarán en consecuencia. “Lo que Estados Unidos ha perpetrado, es una agresión contra Siria que cruza las líneas rojas. A partir de ahora responderemos con fuerza a cualquier agresor o cualquier violación de las líneas rojas de quien quiera que sea, y América conoce nuestra capacidad de responder bien”, se lee en un comunicado conjunto difundido por la agencia Ilam al Harbi.
El lanzamiento de 59 misiles Tomahawk contra una base aérea siria también trajo consigo otras fricciones. El pasado 8 de abril, trascendió que el gobierno de Corea del Norte se posicionó respecto a la ofensiva estadounidense contra el régimen de Assad. De acuerdo con la cadena de noticias norcoreana KCNA, el gobierno liderado por Kim Jong-un, presidente de la República Popular Democrática de Corea, calificó el ataque de Estados Unidos como “un acto de agresión imperdonable” que, al final de cuentas, terminó por demostrar que el desarrollo de armas nucleares por parte de Pyongyang ha sido “la decisión correcta”. A raíz de la agresión, informó la agencia, los vínculos entre el presidente de Siria y Kim Jong-un se estrecharon, al punto de acordar una mayor colaboración entre sus naciones.
Estados Unidos no hizo caso omiso de esta declaración y el pasado 10 de abril desplegó una flotilla naval de ataque en la península de Corea. El periódico español El País califica la decisión como “una demostración de fuerza ante las pruebas nucleares y de misiles de Pyongyang” por parte del gobierno del presidente Trump. El teniente general H.R. McMaster, quien brinda asesorías a la Casa Blanca en materia de seguridad nacional, declaró que el despliegue de sus buques en la península coreana, una semana antes de que el régimen de Kim Jong-un realice su tradicional despliegue armamentista, es prudente debido a que Corea del Norte es “un régimen deshonroso que es, ahora, un régimen con capacidad nuclear”.
¿Qué contestó Corea del Norte?
Este martes 11 de abril, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte emitió una posición respecto al despliegue militar estadounidense en su península. El régimen de Kim Jong-un calificó como “insensato” el movimiento tomado por Estados Unidos y aseguró que su gobierno está preparado para responder “a cualquier forma de guerra deseada” por los gringos. De acuerdo con un portavoz de la cancillería norcoreana, el envío de un portaaviones y la flota estadounidense hacia la península “viene a probar que los movimientos insensatos de Estados Unidos para invadir la República Democrática Popular de Corea han alcanzado una fase grave”.
