Luego de varios meses en los que el conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte ha ido escalando lentamente, con declaraciones constantes y muestras de poder —vía pruebas públicas de armamentos— de ambos países, Corea del Norte declaró que se está examinando cuidadosamente atacar el territorio norteamericano de Guam en el Pacífico. Lo anterior se da en el marco de las declaraciones del presidente Donald Trump este martes 8 de agosto, cuando dijo que cualquier amenaza a los Estados Unidos será recibida con “fuego y furia”.
En ese sentido, diversas fuentes militares de Pyongyang han declarado que tal vez es necesario que Corea del Norte ataque antes de que suceda cualquier cosa, para darle una lección a Washington. Sin embargo, las consecuencias de un contraataque hacia Corea del Norte —si es que la vía diplomática no es suficiente para apaciguar tensiones— podrían ser terribles tanto en Corea del Sur, Japón y las distintas bases militares gringas en el Pacífico.

“Más les vale no amenazar a los Estados Unidos, pues esas amenazas serán recibidas con fuego y furia como el mundo nunca antes lo ha visto”, declaró el presidente Trump hoy en un club de golf en el estado de Nueva Jersey, Estados Unidos.

Respuesta norteamericana

Después de que Corea del Norte amenazara con un potencial ataque a la base norteamericana en Guam, en el Pacífico, la Fuerza Aérea norteamericana informó que se desplazaron a Guam diversos bombarderos B-1 “dispuestos a luchar esta noche”, de ser necesario.

Lo cierto es que también se menciona que se trasladan para ayudar en misiones bilaterales con Japón; sin embargo, uno no puede más que sospechar (y hasta cierto punto espantarse) por todo lo que está sucediendo entre Estados Unidos y Corea del Norte en estos momentos.

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