En lo que parecer ser un duelo de ver quién asusta más a su adversario, Corea del Norte y Estados Unidos continúan presentando sus cartas a utilizar en caso de darse el conflicto armado.
En respuesta a la ampliación de arsenal nuclear que prometió el gobierno de Corea del Norte, Estados Unidos envió a su aliado -Corea del Sur- aviones de combate F-22, en una forma de sumarse a la protección de Seúl.
El gobierno norcoreano informó sobre su decisión de aumentar el número de armas nucleares, lo cual impulsará a su golpeada economía, esto como parte de su nueva línea estratégica: “La capacidad nuclear de la República Popular de Corea del Norte simboliza la vida de la nación”, señaló el líder Kim Jong-un, quien también informó que se acelerará el desarrollo de tecnología espacial, además de señalar que la posesión de armas nucleares será “establecida por ley”, ya que Corea del Norte se declara potencia nuclear en su Constitución.
Por su parte, Estados Unidos dice que el enviar elementos militares a territorio surcoreano, no es más que “una muestra de apoyo” a la nación vecina de los norcoreanos: “Corea del Norte no logrará nada con amenazas y provocaciones, que sólo la aislarán y perjudicarán los esfuerzos internacionales para asegurar la paz y estabilidad en el noreste de Asia”, indica un comunicado norteamericano citado por Reuters.
Así la situación: mientras Corea del Norte sigue advirtiendo que no tolerará cualquier muestra de hostilidad hacia su nación, Estados Unidos y Corea del Sur continúan desplegando elementos en la zona “caliente”. ¿Estallará el conflicto?
*Vía Reuters, Proceso, La Jornada