Para ovación de los favorecidos por las reformas estructurales de EPN y para escozor de cierto sector de los seguidores de AMLO, el futuro jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo ya adelantó que no se echará pa’tras ninguno de los contratos otorgados bajo la reforma energética.
Poncho Romo prometió a los asistentes al México Economic Forum 2018, organizado por el Instituto de Finanzas Internacionales, que “nunca” se quitarán contratos firmados en el marco de la reforma energética… ehmmmm, claro, habrá la revisión de documentos ofrecida por Andrés Manuel López Obrador… pero nomás para saber bajo cuáles condiciones se les otorgó la licitación a las empresas. ¿Y si no cumplen con lo convenido, se quitarán?
El gobierno de AMLO no cancelará los contratos otorgados después de la reforma energética, aseguró Alfonso Romo, próximo jefe de la oficina de presidencia pic.twitter.com/bJkAhtCnYj
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) 13 de septiembre de 2018
Ehhhhrrrrrr… Pues más bien, se les dará un jalón de orejas y se les conminará a cubrir los requerimientos solicitados, pa’ que se vea que la reforma energética sí jala. “Ya ganaron las licitaciones, qué problemas tienen, qué tenemos qué hacer para que ustedes cumplan e inviertan, y nos demuestren que la reforma sí va a traer más inversión y más petróleo”.
Según como lo ve don Poncho, si se hiciera eso de tumbar contratos por el simple hecho de no cumplir con las expectativas iniciales de la reforma, pues se acabaría por cortarle la cabeza a casi todo mundo, ya que se preveía que diariamente se producirían 3 millones de barriles de crudo… y la triste realidad es que sólo se llega a los 1.8 millones de barriles (y va decayendo la producción). Así que lo que se hará es darles empujones a las empresas para que se llegue a la meta deseada.
¿Y si los contratos estuvieron amañados y se le otorgó licitaciones a las empresas menos capaces? No importa, se quitarán las trabas que tienen actualmente, para cumplir las promesas de la reforma energética… o, como lo leen los malpensados-detractores de la cuarta transformación: más libertades, facilidades y regalos, para el sector privado.
Como en declaraciones que ya le hemos escuchado a integrantes del equipo de EPN, Alfonso Romo señaló que en el gobierno de AMLO el sector privado será el motor de la economía y para ello, habrá que quitar las barreras de desconfianza, como llegar a un acuerdo en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).