Acompáñenos a recordar algunas cositas. En 2015, la entonces secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, aseguró que el aumento de pobres en México se debía al nacimiento de más mexicanos en situación de pobreza ¡Ah bueno! Y uno aquí pensando que los niveles de pobreza habían aumentado 🤦🏻♂️
Y como olvidar que el año pasado, en un evento con militares y marinos en el campo militar número 1, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que la crisis estaba en nuestras mentes…
“Quienes digan que vivimos en un país que está en crisis, crisis es seguramente lo que pueden tener en sus mentes, porque no es lo que está pasando”, dijo.
¿Ven? Todo lo que hemos vivido durante su administración es un error en la percepción de más de 100 millones de mexicanos ¡Problema resuelto!
¿O no? Vamos a ver….
¿Menos pobres?
En agosto del año pasado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que el porcentaje de la población en situación de pobreza en 2016 efectivamente fue menor que el que se registró en 2014 y 2012 —año en el que comenzó el sexenio de EPN—.
En 2016 el numero de personas en situación de pobreza fue de 53.4 millones (el 43.6%), en 2014 fue de 55.3 millones (el 46.2%) y en el 2012 se registraron 53.3 millones (el 45.5%).
Sin embargo, si le echamos ojo a los números podemos notar que del inicio del sexenio al 2016, hubo un incremento de 68 mil 249 personas que ingresaron al nivel de situación de pobreza. La tendencia de los porcentajes va a la baja por el incremento poblacional de todos los años.
Si analizamos ahora la pobreza moderada, en 2012 había 41.8 millones de personas en esta situación (el 35.7%) y para 2016 alcanzamos 44 millones (el 35.9%). De nueva cuenta, hubo un incremento de 2.2 millones de personas que ingresaron a la pobreza moderada.
La población vulnerable por ingresos, es decir por los recursos que obtienen, aumentó 1.4 millones en el periodo de 2012 a 2016.
En general, podríamos decir que los niveles de pobreza en términos de porcentaje poblacional, el número de pobres extremos y de personas con carencias sociales sí presentaron números positivos durante buena parte del sexenio de EPN, pero hay que hablar de los pequeños chanchullos “ajustes” que se hicieron a la medición de pobreza.
El cambio del INEGI
A partir del 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) modificó la metodología que se veía utilizando para medir el Ingreso de los Hogares en México, cosa que le costó un buen agarrón de chongo con el Coneval.
Para medir la pobreza de forma “multidimensional” en nuestro país, el Coneval echa mano de la encuesta Ingreso-Gasto de los Hogares que levanta el INEGI cada dos años. Dentro encontramos el Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS), una encuesta que fue creada en 2008. Aquí es donde está el arreglito.
De acuerdo con la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el 15 de julio de 2016 el INEGI publicó el MCS del 2015, en el cual informó que los datos ya no eran comparables con los obtenidos anteriormente porque había “mejorado” el trabajo de campo a la hora de preguntarle a la gente más pobre sobre su ingreso.
¿Qué se le mejoró?
Salvador Camarena, en su columna publicada en 2016 en el Financiero, refiere un documento de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) llamado ‘México Incluyente’. En él se habla de que si bien la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) es una herramienta útil, “existe evidencia de que no refleja adecuadamente los ingresos reales de los hogares”. Es decir, que los resultados no son confiables y que esto genera un efecto en la pobreza.
El argumento es que existen problemas comunes en las encuestas a los hogares como en truncamiento de la misma y el subreporte, es decir que las personas reportan menos de lo que realmente obtienen. Al final, el documento propone la creación de un Estado de Cuenta Social, un tipo de boleta que se le entregaría a todos los beneficiarios de Sedesol para contabilizar el ingreso que reciben.
“O sea que pronto no sería necesario ni encuestar: pasaría el personal del Inegi, escanearía (me imagino) esa boleta, y listo; sabremos cuánto ingreso tiene don Pepe. No vaya a ser que don Pepe se nos asonse y sea incapaz de decirnos cuán pobre es”, escribe Camarena.
Ilógico, ¿no?
La cosa es que el cambio fue una decisión unilateral del INEGI, por lo que generó un bache en el registro histórico de las mediciones de pobreza, ya no podían ser comparadas con las anteriores.
Además (y lo más importante), es que aunque estos nuevos resultados arrojen menos pobres, en realidad no significa que se haya avanzado en combatir la pobreza, la realidad no cambió.
Uno de los países más pobres de América Latina
De acuerdo con el informe ‘Panorama Social de América Latina 2017′ de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), hasta 2016 México ocupaba el segundo lugar en la lista de las mayores tasas de pobreza y pobreza extrema. Solo fue superado por Honduras.
Entonces, ¿las personas son incapaces de decir a ciencia cierta qué tan pobres son o después de todo lo anterior aún tenemos una visión pesimista de la situación que se vivió en México durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto?
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En lugar de cantarle Las Golondrinas, aprovechamos la oportunidad de despedir a Enrique Peña Nieto como se debe: contándoles los datos que él no nos va a decir. El ContraInforme son los datos que seguro deberías conocer antes y durante el Sexto Informe de la presidencia del priista. No vaya ser que entre tanto spot se nos escapen.
Búscalos por acá, de hoy hasta que “El Tlatoani” de su último mensaje este lunes.