A dos meses de que la foto del pequeño Alan Kurdi conmoviera al mundo por la dureza con la que reflejó la crisis humanitaria que se continúa viviendo en Europa, hasta hoy decenas de niños siguen sufriendo el mismo destino al intentar llegar a las costas europeas.
Al parecer la impactante foto de un niño muerto en las playas de Turquía no fue suficiente para despertar a Europa, ya que el apoyo a los migrantes no ha sido incrementado de manera significativa e incluso en algunos países se han tomado medidas de sabotaje para el trayecto que deben realizar los refugiados.
Desde la muerte de Alan, 75 niños han muerto en este peligroso viaje, y es que al día llegan 8 mil migrantes a Grecia, de los cuales 23% son niños, los cuales corren mayores riesgos al no tener salvavidas apropiados sino flotadores de alberca, lo cual implica que no floten bien y traguen mucha agua.
Según comentan los vecinos de estas playas a la BBC, ya no pueden soportar esta situación, están desesperados de ver diario tanta muerte y no obtener una respuesta de Europa, que permanece inactiva ante los escalofriantes hechos.