Hace ya más de un año- el 26 de enero del 2011-que comenzaron los conflictos rebeldes en Siria. El último eslabón de la cadena llamada “Primavera Árabe” continúa abierto. La violencia con la que el gobierno de Bashar al-Assad ha superado incluso al mítico Gadafi y ahora se ha convertido en la preocupación social número uno de los gobiernos universales.
Luego de que el 30 de enero, las fuerzas del régimen sirio recuperaran los suburbios de Damasco, la ofensiva creció de forma alarmante.
El 2 de febrero, pese a la presión de las Naciones Unidas el gobierno ruso afirmó que seguiría vendiendo armas a los sirios mientras sus compromisos bilaterales e internacionales estuvieran en pie.
Al día siguiente, la oposición siria denunció una serie de bombardeos por parte de las fuerzas gubernamentales que dejó 260 muertos y más de 500 heridos. Desde entonces, los ataques no han cesado, la ciudad de Homs, de un millon y medio de habitantes, se ha convertido en un estandarte de la represión del régimen de al-Assad.
“Ha sido terrible. Hay un bombardeo constante con proyectiles, morteros y obuses de tanques. He visto con mis propios ojos a niños sin piernas, y a un niño que ha perdido su mandíbula inferior” dijo un vecino de la ciudad de Homs, quien también habló del bombardeo a un hospital improvisado.
Los principales barrios bombardeados han sido Jalidiyé, Inshaat, Bab Dreib y Baba Amro, convertidos en importantes focos de oposición al régimen, tanto armada como pacífica.
Las autoridades, insisten en que los grupos armados terroristas son responsables de estos bombardeos. Sin embargo es claro que los ataques han sido realizados con armamento pesado, de no tan fácil acceso por los grupos insurgentes. La SANA asegura que son los terroristas quienes han estado disparando morteros en la ciudad e incendiando edificios. Otras versiones hablan de que la gente enciende basura para crear humo y dificultad la visibilidad para el ejército.
Como respuesta a dichos ataques, la comunidad internacional ha respondido ampliamente: los Estados Unidos cerraron su oficina diplomática, mientras que el Reino Unido, Bélgica, Francia e Italia han retirado temporalmente a sus embajadores de Siria. Por su parte, los ministerios de asuntos exteriores español y holandés han enviado un toque de atención al embajador sirio en su territorio, con lo que pretenden mostrar su desacuerdo con la violencia siria. Los paises del consejo de cooperación del Golfo también ha decidido retirar a sus embajadores de siria: Arabia Saudí, Catar, Omán, Kuwait, Baréin y Emiratos Árabes Unidos han exigido a los embajadores sirios que dejen sus países.
Por su parte México condena la violencia contra la población civil, y ha expresado su profunda preocupación por los ataques armados contra ciudadanos.
La Cancillería destacó en un comunicado que “Los informes del uso indiscriminado de artillería y materiales bélicos por parte de las fuerzas del Estado en contra de los civiles son motivo de profunda preocupación”.
Además expresó “su apoyo a los esfuerzos internacionales en curso que buscan solucionar la actual situación en el marco de las instancias internacionales competentes, tanto regionales como universales, y con pleno respeto al derecho internacional”.
Sin duda, lo que se vive en Siria, no se acerca a la situación que nuestro país experimenta, pero, qué ganas de que la conciencia de las masacres también llegara a este lado del mundo.
Hasta el momento la UNICEF ha condenado la muerte de 400 niños y más de 500 heridos en la zona de Homs.
Aquí algunas imágenes, bastante fuertes, de las acciones por completo injustificadas del gobierno Sirio.
