Como dirían los antiguos: “No hacen nada y lo poco que hace, lo hacen mal”… a varias semanas de no poder limpiar las aguas del río Sonora, las autoridades han denunciado que los diques provisionales construidos para intentar contener el derrame de químicos ya presentan fugas, por lo que el daño hecho al medio ambiente podría ser mayor.
Mediante un comunicado la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informaron sobre las filtraciones que presenta el represo construido de forma provisional… y de paso le pidieron a la mina Buenavista del Cobre –perteneciente a Grupo México- que no sea gacha y ya se tome la molestia de hacer algo para limpiar las aguas del cauce.
El viernes la Conagua confirmó que las aguas del río Bacanuchi –que desemboca en el Sonora- presenta altos niveles de contaminación, rebasando los límites máximos establecidos por la norma mexicana (NOM), razón por la que continúa el estado de emergencia en la zona, debido a la toxicidad que representan los 40 mil metros cúbicos que se derramaron sobre las aguas estatales.
Pero mientras miles de personas continúan sin suministro de agua, siete municipios tienen canceladas las clases hasta nuevo aviso y se empieza a sentir –más- las afectaciones en el sector agrícola y de la ganadería, el titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez se reunió con directivos de la minera que provocó esta situación… pues para ver cómo han estado y para avisarles las órdenes administrativas que su dependencia y la Conagua determinado que tienen que cumplir:
Habrán de suspender la actividad de riego en los patios de lixiviación –zonas en las que echan químicos con el fin de pulverizar la tierra-, además en friega tienen que recoger el material químico que se derramó en los ríos Bacanuchi y Sonora… o con calmita, pues si ya pasó tanto tiempo… además tienen que monitorear la calidad del aguas en los próximos cinco años –lo que quiere decir que eso que muchos pedían de quitarles los permisos a la minera…no, al menos cinco añitos más- y por último demoler las estructuras provisionales para crear unas más sólidas y sin derrames.
Y mientras la minera hace lo que puede –o quiere- la contaminación y la falta de suministro de agua continúa.