Parece que ya es la norma en nuestro país, pero todo estado que se digne de serlo y que, además, quiera lucir un progreso que obviamente no posee, debe tener al menos uno de estos elementos (todos, es mejor):
- Un gobernador que responda con jocosidad a los reclamos del pueblo (cínico, pues).
- Una primera dama salida de la farándula (o al menos bien cirujeada).
- Una obra pública con el nombre del gober en turno (o de uno de sus familiares).
- Cualquier construcción ostentosamente irrelevante. Por ejemplo, una mega rueda de la fortuna.
Y claro:
- Un estadio de fucho.
En Oaxaca los problemas educativos y de desarrollo son una constante, pero ahora los padres de familia podrán sacar la frustración de no poder dar a sus hijos un futuro prometedor, apoyando a los poderosos Alebrijes, equipo de la Liga de Ascenso MX que este fin de semana, por fin, estrenó nueva casa… la cual fue construida con dinero desviado del fondo para combatir la pobreza.
Al fútbol como dios manda… así debe ser, ya que el inmueble disparó su costó 70% de lo que se tenía planeado. Cosa de nada para uno de los estados más pobres del país: el costo final fue de 335 millones de pesos, sólo 138 millones más de los acordado en 2013, cuando se firmó con la empresa ICA un contrato por 196 millones 372 mil 707 pesos.
Según reporta Reforma, hace tres años se dio a conocer que el gobernador, Gabino Cué; desvió por lo menos 200 millones de pesos del Fondo Regional (Fonregión) para la construcción del flamante estadio. Más tarde, fue la Auditoría Superior de la Federación (ASF) la que se encargó de confirmar el daño que la administración estatal hizo al erario, al desperdiciar tantos millones… claro, en una obra que de ninguna manera se apega al programa con el que se beneficia a los 10 estados con menor Índice de Desarrollo Humano.
En fin, todo sea por el fútbol…
Aunque el equipo Alebrijes pertenece al Deportivo Tecamachalco, cuyos propietarios son un grupo de empresarios del Estado de México, el gober aseguró que “el estadio será responsabilidad del Gobierno del Estado. Es del Gobierno del Estado, lo vamos a tener durante varios años, y en su momento, pasará a ser propiedad del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO). Lo va a administrar, por lo tanto, el Gobierno del Estado”.
El remojo del estadio se dio con un encuentro de lujo: Alebrijes contra Pumas de la UNAM. Para poder ser partícipes de tan magno evento, los aficionados tuvieron que desembolsar 150 pesos… o 20, para los niños.
Lo demás en el estado quién sabe… pero el estadio está de buen nivel: su arquitectura evoca el juego de pelota; atinadamente, ya que las ruinas del sitio en que nuestros antepasados le daban duro a los encuentros prehispánicos se localizan en la zona arqueológica de Monte Alban. Y bueno, ya saben, el inmueble cuenta con butacas, cancha reglamentaria (y con césped natural), vestidores, estacionamiento para 600 autos y muchas, muchas cosas más. ¡Enhorabuena!