“Ven a arreglar tu desm$%&e”, algo así es lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dijo, al decidir que la Asamblea Constituyente será la encargada de defender su obra. Un documento que algunos señalan que se hizo al fregadazo y que, ahora, es objeto de controversias constitucionales que habrán que ser resueltas en corto.
El proyecto aprobado por la SCJN -promovido por el ministro Alberto Pérez- considera a la Asamblea Constituyente como autoridad demandada, por lo que sus integrantes habrán de contestar a los señalamientos en contra de la Carta Magna capitalina. Veremos si los constituyentes se crecen al dolor, ya que entre los que han visto detallitos en la constitución de la CDMX están la Procuraduría General de la República (PGR), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Presidencia de la República… puro peso pesado.
Al respecto, Alejandro Encinas. quien fuera presidente de la mesa directiva de la Constituyente, señaló que sus excompañeros no le sacan al tiro y, por el contrario, ven con “optimismo” que sea el propio cuerpo legislativo el que defienda la Carta Magna local, pues se reconoce su personalidad jurídica.
Aunque La Jornada señala que la resolución de la SCJN sólo permite a la Constituyente ser parte en las controversias, pero no de las acciones de inconstitucionalidad, Encinas aclaró para Proceso que no es así: la Asamblea Constituyente responderá a las controversias interpuestas por Presidencia, Senado Y Tribunal Superior de Justicia de la CDMX y a las acciones de inconstitucionalidad que promueve la PGR, la CDNH y los partidos de Morena y Nueva Alianza.
Pese a que “por virtud del último párrafo del Artículo Sexto Transitorio de la reforma constitucional que la estableció [a la Asamblea Constituyente], cesó su actividad legislativa, por lo cual ya no podría convocarse para crear norma alguna”, la SCJN expresó que ante la ausencia de un “sujeto legitimado” que se eche el tiro, “es la Asamblea Constituyente la que debe comparecer en juicio”.