El 13 de noviembre siempre será una fecha dolorosa para Francia; hace un año el Estado Islámico sacudió a París con una serie de atentados ejecutados de forma simultánea en puntos claves de la ciudad, dejando como consecuencia más de 140 personas muertas, a más de 400 heridas y una gran herida en la capital francesa. Este suceso quedó plasmado en la historia como uno de los ataques terroristas más sangrientos y devastadores del siglo XXI.
El terror invadió a París la noche del viernes 13 de noviembre con una serie de tiroteos que comenzó en una zona de bares y restaurantes llena de clientes y comensales dispuestos a disfrutar del fin de semana. Al mismo tiempo, pero del otro lado de la Plaza de la República comenzaron las detonaciones, un atacante con un cinturón de explosivos irrumpió en la banqueta del Café Comptoir Voltaire, dejando a varios heridos.
De ahí comenzaron a detonarse las explosiones; dos atacantes se instalaron en los alrededores del Stade de France, donde se estaba jugando el Francia vs Alemania y comenzaron a detonar explosivos. Otro comando de cuatro sujetos entró con rifles de asalto al mítico Teatro Bataclan y comenzaron a disparar al centenar de personas estaban en el recinto para ver la presentación de Eagles of Death Metal.
De la serie de ataques este fue el que más vidas cobró y el que más tiempo duró. Durante varias horas, los atacantes hicieron vivir un infierno a la gente que se encontraba en el interior del Bataclán, tomando como rehenes a los presentes que tuvieron que vivir la angustia de no saber qué pasaba o si lograrían sobrevivir, hasta que después de un intenso operativo la policía francesa logró liberarlos.
A pesar de que las heridas de este doloroso ataque han ido sanando con el paso del tiempo, las consecuencias siguen presentes, aquí algunas de las consecuencias que dejó el 13-N.
Turismo
Francia ha sido el blanco de varios atentados además del registrado el 13 de noviembre, esto trajo como consecuencia una dramática baja en el turismo del país europeo. En agosto de este año, el Comité Regional de Turismo informó que Francia sufrió una caída del 6.4% en las reservaciones de hoteles, generando pérdidas de aproximadamente 750 millones de euros.
En total, la región más turística del país perdió un millón de visitantes en los primeros seis meses de este año, el comité declaró esta pérdida como una “catástrofe industrial”.
Brexit
Los distintos ataques terroristas que empañaron a Europa estos últimos años, como el de Bruselas y los de Francia, fueron clave para la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
Los sujetos que realizaron los ataques en París era ciudadanos franceses y belgas que se habían unido a las filas del Estado Islámico en Siria y habían regresado a sus países de origen a través de rutas utilizadas por los refugiados sirios.
Esta información fue utilizada como argumento por el partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés) para impulsar su salida del partido europeo. A través de un comunicado decían que “los horribles actos de terrorismo” eran una muestra de que las reglas de libre circulación de la UE y los “bajos controles fronterizos” eran una “amenaza para su seguridad”.
Crecimiento de grupos radicales
Desde el 2015, el Ministro del Interior Francés advirtió que más de 1.200 ciudadanos de ese país pretendían unirse a grupos islámicos radicales. El mayor número que en cualquier otro país europeo. Cientos de estos ciudadanos lo consiguieron, pero después de los bombardeos entre Siria e Irak muchos regresaron a su país.
A pesar de que en Francia está prohibido preguntarle a alguien a qué religión pertenece, el Instituto Brookings de Investigación calcula que existen 5 millones de franceses que profesan la religión islámica. El instituto dice que esta minoría sufre de rechazo, además de que los migrantes de países islámicos son renegados y tienen limitadas oportunidades de empleo.
Estos problemas de integración agravan el problema y son aprovechados por el Estado Islámico. El antropólogo John Bowen dice que Daesh utiliza este escenario para reclutar militantes “en defensa de sus hermanos y hermanas” en Siria e Irak.
Los ataques terroristas de París le sirvieron como argumento al Frente Nacional (FN), el partido ultraderechista francés liderado por Marine Le Pen para respaldar su discurso contra la inmigración.
Después de los ataques terroristas de París, la presidenta del FN, reclamó un control definitivo de sus fronteras, pues los “franceses ya no están seguros”. Otras de sus medidas incluían el cierre de las mezquitas radicales.
Ataque en Niza
El 14 de julio de este año se registró un ataque similar en la ciudad francesa de Niza, el segundo gran golpe del Estado Islámico a Francia.
Durante la celebración nacional francesa en conmemoración de la Toma de la Bastilla, un camión de carga de 19 toneladas arrolló a decenas de personas, dejando un saldo de 85 personas muertas y otras 303 heridas. Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un hombre francés de origen tunecino fue señalado como el autor del ataque.
La agencia de noticias Amaq afiliada con el Estado Islámico, dijo que Lahouaiej Bouhlel realizó el acto como respuesta a las llamadas a las acciones de los países de la coalición que luchan contra el Estado Islámico.
A un año de estos dolorosos ataques aún hay muchas heridas que curar. Sin embargo, Francia se está levantando con fuerza y este fin de semana el Bataclan reabrió sus puertas y la música volvió a sonar con la presentación de Sting. El músico inglés rindió tributo a las víctimas de los atentados, además de que entre el público se encontraban sobrevivientes y familiares de las víctimas que perdieron la vida hace un año.