Ese Jaime Bonilla no deja de sorprender por todo lo que hace en Baja California (BC). Un día cierra empresas que fabrican ventiladores, otro se lanza contra el sistema de Salud… luego contra los científicos y, ahora, en plena crisis, decide que no caería mal crear nuevos impuestos.
Así como lo leen. De la cabecita del hombre que dijo que nomás iba por dos años de gobierno y a la mera hora decidió que quiere un periodo completo, salió la idea de crear nuevos gravámenes. Uno para las gasolinas (que, para ver si no es tan criticado le puso la etiqueta de “impuesto ambiental”) y otro para sacarle tajada a las plataformas que ofrecen alimentos a domicilio…
Todas las iniciativas fueron aprobadas en sesión digital por el Congreso de BC (cof, con mayoría de Morena, cof). Para no recibir tantas mentadas de mauser, el gobernador de BC aseguró que los nuevos impuestos no impactarán en el consumidor.
Los diputados de Baja California aprueban, a petición del gobernador Jaime Bonilla, nuevos impuestos a los combustibles y a las plataformas digitales, pero advierten que los impuestos no deberán trasladarse a los clientes
— Sergio Sarmiento (@SergioSarmiento) April 25, 2020
En lo que respecta al impuesto ambiental, este hará que los expendedores de combustible paguen por vendar un producto que genera contaminantes como el CO2… ¿? “Dicha contribución será a cargo de las personas físicas, las personas morales y las unidades económicas residentes en el estado o los residentes fuera del estado, que expidan los bienes o productos que contaminan (…) en la búsqueda de que, al obtener ingresos por venta de sustancias contaminantes, contribuya para resarcir el daño al ambiente”.
En el caso del impuesto para las aplicaciones móviles, éste busca que los servicios de envío de alimento aporten a la economía de BC como lo hacen el resto de los transportistas. Esta medida impacta a apps como UberEats que actualmente trabaja con éxito en ciudades como Tijuana y Mexicali.
De acuerdo con Proceso, este gravamen será del 1.5%… y, como era de esperarse, el sector restaurantero criticó duramente lo aprobado en el Congreso de BC, señalando que, en esta época de pandemia, las aplicaciones para pedir comida a domicilio son la forma en que la ciudadanía está consumiendo al no poder asistir a los locales.