Pues con la novedad que parece que se abre un caminito para resolver la crisis que hay en Bolivia, luego de la salida de Evo Morales de la presidencia…
Y, como se preveía, el exmandatario no será parte de la solución. Por mayoría, el Congreso de Bolivia acordó llevar a cabo las nuevas elecciones presidenciales, sin que Evo Morales ni el exvicepresidente, Álvaro García, tengan chance de ser postulados.
Claro, no de forma directa pero el llamado Proyecto de Ley de “Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales” tiene en su artículo 19. Inciso II un elemento que deja fuera de la carrera al buen Evo. Dice así:
“Las y los ciudadanos que hubieran sido reelectos de forma continua a un cargo electivo durante los dos periodos constitucionales anteriores, no podrán postularse como candidatos al mismo cargo electivo”.
El proyecto fue aprobado el pasado sábado y de volada la presidenta Jeanine Áñez se aventó a promulgarla la ley. Sin que hasta el momento se sepa la fecha exacta en que habrá de celebrarse la elección. Eso sí, debe hacerse antes de cuatro meses. Entonces, por ahí de marzo Bolivia tendrá nuevo presidente… o presidenta.
“La ley que acabamos de promulgar es la ley que los bolivianos queremos y por esa ley hemos salido a las calles, plazas y rotondas para expresar pacíficamente nuestra decisión de repudio a la forma en la que el gobierno anterior intentó manipular la voluntad de todos nosotros, por tanto, un fraude escandaloso”, dijo Áñez sin tomar en cuenta que, luego de la salida de Evo Morales, las manifestaciones continuaron… y ahí fueron en contra de su autoproclamado gobierno.
Pero bueno, vamos a ver si con este llamado a elección la cosa se mitiga un poco, como prevén las autoridades. “Esta ley no ha sido negociada por un grupo de políticos que protegen sus intereses, es el resultado de la valiente decisión de los bolivianos que hemos salido a las plazas con coraje para decir basta a la impunidad y a la violencia”.