Este martes, 12 de marzo, con bastantes atropellos,  la Cuarta Transformación logró poner a su candidata consentida como ministra en la Suprema Corte de Justicia. Así es, ya es oficial que Yasmín Esquivel Mossa será quien ocupe este codiciado puesto. A pesar de la ideología conservadora —bastante—, las confusiones legales durante su comparecencia, sus credenciales mínimas y serias acusaciones de conflicto de interés, el Senado ratificó a Esquivel como la “ganadora” del puesto.

Si el nombre no les suena, Yasmín Esquivel es nada más y nada menos que la esposa de José María Riobóo, el cercano constructor de Andrés Manuel López Obrador.

¡Mira nomás que sorpresón!

La candidata se llevó el puesto con 95 votos a favor en el pleno del Senado.

Durante su comparecencia —hagan de cuenta la entrevista de trabajo— ella se esforzó en dejar en claro que “no es la señora de” y que hablar de su marido sería desprestigiar su carrera profesional. Por eso, en estricto cumplimiento de sus peticiones, hablemos únicamente de su labor profesional. Como aquella ocasión en la que decidió resolver un juicio en el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México a favor de su esposo…

Como documenta Proceso, la nueva ministra de la Suprema Corte decidió fallar a favor de la constructora de Riobóo durante un litigio sobre la construcción de la Supervía Poniente. En pocas palabras, ella formó parte de los votos con los cuales se aceptó la manifestación de impacto ambiental que había sido declarada inválida unas semanas atrás. Casualidad, le dicen.

Proceso presentó pruebas de que miembros de la sociedad civil, consultoras y ciudadanos le pidieron a Yasmín Esquivel que se retirara del juicio por “vínculos” matrimoniales. Ella desestimó las peticiones y —ooobviamente— participó en la decisión.

Volviendo a temas “actuales”. Durante su comparecencia reciente, la nueva ministra Yasmín Esquivel también hizo públicas sus posturas frente a temas álgidos en la sociedad mexicana. Por ejemplo, está a favor de la prisión preventiva a pesar de las posibles violaciones al procesos de inocencia, tiene sus “reservas” sobre las familias homoparentales y se declaró abiertamente “a favor de la vida”. De paso, afirmó que si se creara un nuevo tribunal constitucional “estaría por encima de los tres poderes”.

“Es preciso aclarar que lo preocupante no es su postura conservadora en torno a estos temas, sino su nulo entendimiento de la Corte como un tribunal constitucional”, explicaba el análisis de Luis Alberto Cifuentes y Leonardo Roldán en la revista Nexos.

A pesar de que en redes se popularizó el hashtag #RechacenLaTerna, que le pedía a los senadores encontrar candidatas más adecuadas para el puesto, las consignas de opositores al nombramiento de Yasmín Esquivel terminaron en oídos sordos. O sea, les propinaron el clásico “lástima, Margarito” pues la nueva ministra de la Suprema Corte ya es completamente oficial. 

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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