Desde hace tiempo, se ha venido hablando del grafeno como el material que llegará a revolucionar nuestra vida en futuro cercano. Y es que al ser un componente que además de ser ligero y flexible, mantiene una alta estabilidad y conductividad, se abre toda una gama de posibilidades en temas tecnológicos y científicos.
Aún cuando los estudios hechos alrededor del grafeno ya habían revelado algunas de sus increíbles propiedades de dureza, ha sido hasta ahora que científicos de la Universidad de Columbia han publicado una investigación en la revista Science, en la que han podido confirmar las sospechas: el grafeno es el material más fuerte que se conoce.
Para entender mejor de qué se trata, basta decir que el grafeno es una sustancia formada por átomos de carbono configurados en un patrón hexagonal, manteniendo una dureza 200 veces mayor que la del acero (similar a la del diamante) en áreas muy pequeñas. Sin embargo, su gran defecto emerge cuando se quiere aplicar en superficies mayores, pues son necesarios numerosos enlaces que producen muchos granos cristalinos, provocando que el material se vuelva inestable y pueda romperse con mayor facilidad.
Lo relevante del estudio liderado por James Hone, profesor de ingeniería mecánica la Universidad de Columbia, es que aun con estas “deficiencias teóricas”, los experimentos demostraron que incluso al incrementar el área de uso, el grafeno se mantiene “perfecto” en un 90%.
Ya en una publicación anterior en Science, Hone y su equipo habían afirmado que “se necesitaría un elefante en equilibrio sobre un lápiz para romper una hoja de grafeno del espesor de un pedazo de plástico para cocina”.
Los usos del grafeno que se tienen pensados a futuro, van desde la fabricación de aparatos electrónicos flexibles (como pantallas de televisión), hasta la construcción de un elevador espacial. De momento, parece que no pasará mucho tiempo antes de que se comiencen a fabricar los primeros productos con este material. Ya veremos.