En 1995, el Libro Rojo de Datos de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza ingresó al conejo teporingo o zacatuche como una especie en peligro de extinción. Sin embargo, en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) consideraron a esta especie en peligro un año antes, desde 1994.
Desafortunadamente, una investigación reciente del Centro de Investigación de Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) anunció que el conejo teporingo está extinto en el Nevado de Toluca.
Extinto el teporingo en el Nevado de Toluca ¿qué implica? https://t.co/Xw1CCQvf7w pic.twitter.com/CmtdvoLbwL
— UNAM Global (@unamglobal) 28 de septiembre de 2018
El año pasado, en la UAEM se dieron a la tarea de buscar nuevamente al teporingo en esta zona. Durante seis meses un equipo de investigadores exploraron los lugares en el Nevado de Toluca en los que tendría que vivir.
A pesar de que se buscaron rastros de excremento de esta especie y se utilizaron cámaras trampa para obtener evidencia fotográfica de este animal, no hubo resultados. Los investigadores determinaron que hasta el momento no existe el teporingo en el Nevado.
Estamos hablando de una especie que es considerada primitiva ya que su registro data de al menos 20 mil años. Es la especie de conejo más pequeño que existe en México y es endémica, es decir que sólo existe en nuestro país.
De acuerdo con dos investigadores de la UNAM y de la UAM -unidad Xochimilco-, desde los 80’s ya no había rastros de este conejo en conde previamente se habían registrado. Desde entonces ya hablaban de la importancia de la implementación de un plan para el manejo y preservación de la especie, pero hasta la fecha eso no existe en el Estado de México.
El biólogo Gerardo Ceballos, académico de la UNAM, ya lo había considerado extinto en el Nevado desde 2003. Aparentemente el último avistamiento de este conejo en ese lugar sucedió en agosto de 2003, pero sólo se observó un ejemplar.
No es tan sencillo
Para la bióloga Esther Quintero de la CONABIO, la extinción de esta especie no puede ser tomada a la ligera. Incluso refiere que se trata de un indicador de algo más grave.
Para empezar se rompe la cadena alimenticia de todas las especies de esa zona. El teporingo era presa de coyotes y linces, mismos que también están en la lista de especies en peligro de extinción.
En segundo lugar, que se haya extinto significa que cada vez más hay menos hábitat para la especie, para esa y para las demás. Este conejo vivía en los zacatonales, pero estos se están destruyendo para meter cultivos como la papa.
Para muchos comuneros, ambientalistas y autoridades del lugar, la pérdida de este animal es una señal de que la zona forestal va a la baja.
Se trata de un desequilibrio en el ecosistema. Hay que mencionar que el Nevado de Toluca es una zona muy importante captadora de agua, mucha de la cual se distribuye al valle de Toluca. Si no hay árboles no hay vegetación, eso genera un cambio en los patrones de lluvias y provoca que haya menos agua disponible.