El tribunal de Jinan ha anunciado el final del juicio contra el exdirigente del Partido Comunista Chino (PCCh) Bo Xilai, que ha durado cinco días y ha confirmado que queda visto para sentencia. El veredicto se hará público durante las próximas semanas.
El exjefe del partido comunista de la ciudad de Chongqing fue expulsado de las filas del partido después de que su mujer, Gu Kailai, fuera declarada culpable, junto al jefe de Policía de la misma localidad, Wang Lijun, por el asesinato del empresario británico Neil Heywood. La Fiscalía ha pedido un “severo castigo” para Bo por no admitir su culpa y haber modificado a su antojo las declaraciones en torno a los cargos de que se le acusan.
El exlíder comunista ha contado con una inesperada y enérgica defensa durante los cinco días que ha durado el juicio, y ha denunciado que los testimonios de su mujer en su contra son los “desvaríos” de una mujer loca. Bo se ha declarado en repetidas ocasiones no culpable de ninguno de los cargos, aunque ha admitido haber tomado malas decisiones y haber avergonzado a su país por su manejo de la situación con Wang.
Familiares de Bo contrataron a varios abogados durante la etapa de investigación del caso y, finalmente, Bo los eligió y confirmó a ellos dos como sus abogados defensores. Los investigadores encargados del caso investigaron a un total de 97 individuos relacionados o con información sobre el caso y obtuvieron mucha evidencia. También informaron a Bo sobre el derecho a contratar abogados.
La Fiscalía Popular de Jinan instituyó un proceso público contra Bo el 25 de julio por tres cargos:
- Aceptación de sobornos
- Malversación
- Abuso de poder
El 14 de agosto, el panel realizó una conferencia previa al juicio a la que asistió el acusado, sus abogados y los fiscales, en la cual discutieron la evidencia, los testigos y otros procedimientos judiciales para el juicio.
El 18 de agosto, el tribunal anunció la fecha y ubicación del juicio y emitió citaciones, así como notificaciones de comparecencia para el acusado y sus abogados. La acusación formal leída por el fiscal Yang Zengsheng seala que Bo enfrenta cargos de recibir sobornos, de malversación de fondos y de abuso de poder. El acusado hizo una declaración sobre los hechos acerca de sus supuestos delitos. Los fiscales y los abogados de la defensa interrogaron al acusado en su oportunidad.
Durante el juicio, los testigos clave Xu Ming, presidente de Dalian Shide Group Co. Ltd., Wang Zhenggang, ex director del Buró Municipal de Planificación Urbana y Rural y Tierras de Dalian, y Wang Lijun, ex teniente de alcalde de Chongqing, comparecieron para testificar en el tribunal.
Al enfrentar hechos clave de las acusaciones, Bo frecuentemente se defendió diciendo que la evidencia era “irrelevante” o que sólo le daba una vaga impresión. Bo no reconoció las acusaciones, pero tampoco ofreció evidencia para negar los hechos respecto a sus acusaciones durante su defensa.
La Fiscalía estatal ha asegurado que no se puede tratar con “clemencia” a Bo Xilai después de haberse retractado de las declaraciones previas al juicio, donde había admitido su culpabilidad, y de haberse declarado no culpable. En sus últimas declaraciones ante el tribunal, Bo ha admitido fallos personales. “Sé que no soy perfecto”, ha dicho Bo. “He cometido errores muy serios. No he sabido llevar bien ni a mi familia ni a mis subordinados, he cometido grandes errores y lo siento por el partido y por el pueblo”, ha asegurado el acusado.
Bo podría enfrentarse, en teoría, a pena de muerte por los cargos de que se le acusan, sin embargo, muchos observadores han asegurado que es improbable que el partido quiera convertir en mártir a una persona cuyas políticas de bienestar social han conseguido tanto respaldo popular. Otro importante abogado, experto en Derechos Humanos, Shang Baojun, ha afirmado estar de acuerdo y considera que la pena capital es, legalmente, improbable ya que Bo tampoco está directamente relacionado con el asesinato de Heywood. Shang ha elogiado la actitud de Bo Xilai durante el juicio, a pesar de que cree que no afectará al veredicto.
A pesar de la valiente defensa de Bo, el hecho de que los tribunales chinos estén bajo control del Partido Comunista impulsa a llegar a la conclusión de que el veredicto finalmente declarará culpable a Bo. Hasta ahora los medios estatales, que hablan en nombre del partido, ya le han condenado.
El gobierno chino tiene más de 1.200 leyes, normas y directivas contra la corrupción, pero su aplicación es irregular e ineficaz. A pesar de la enorme cobertura mediática de que gozan los arrestos de funcionarios atrapados bajo los cargos de corrupción, menos del tres por ciento de ellos llegan a ir a la cárcel, por lo que la corrupción es una actividad de bajo riesgo y conlleva un alto rendimiento. Sólo los casos destapados en los niveles administrativos más bajos tanto del gobierno como del partido son castigados con cierta frecuencia.