Antes de que terminara 2022, Presidencia presentó varias iniciativas que desde entonces estuvieron en el ojo del huracán. Una de ellas fue la creación de una ley en materia de ciencia, tecnología y humanidades y que implica la desaparición o sustitución del Conacyt.
¿De qué va esta iniciativa de Ley de Ciencia y cambios en el Conacyt? Por acá les contamos los puntos más importantes.
La Ley de Ciencia o Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación
La iniciativa de AMLO fue por la creación de la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación —y con su aprobación en la Cámara de Diputados y el Senado, desapareció a la Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Los argumentos para la creación de esta ley es que durante años —en los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y EPN— el Estado se olvidó de incentivar la producción científica y tecnológica desde un punto de vista humanista.
¿Qué pasará con el Conacyt?
La Ley de Ciencia trae bajo la manga la creación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación en sustitución del Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), creado en diciembre de 1970.
Y la idea es que este nuevo consejo se descentralice. Y comience a trabajar de manera más constante con otras instituciones de gobierno a nivel federal, estatal y municipal.
Las Fuerzas Armadas en la junta de Gobierno
Con la creación del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (Conahcyt), su junta de Gobierno estará integrada por más instituciones gubernamentales.
Entre las 13 integrantes están las Fuerzas Armadas (la Sedena y Semar) junto con la SRE.
El derecho a la ciencia
AMLO puso sobre la mesa el derecho a la ciencia como algo que el Estado debe garantizar —así como el derecho a la educación o la no discriminación.
Adiós a los fideicomisos desde dependencias y entidades
Uno de los puntos fuertes es que ni las dependencias de gobierno ni las entidades podrán crear fideicomisos o cualquier tipo de contrato contrario a las reglas de esta ley.
Y que en general los recursos serán entregados de manera directa en las materias humanistas, científicas, tecnólogas e innovadoras.
Entrega de becas con base al presupuesto
La entrega de becas desde el Consejo queda condicionada “conforme a la disponibilidad presupuestaria“, mediante los programas de universidades, instituciones de educación superior, dependencias y la Administración Pública Federal.
El Sistema Nacional de Posgrados
Ya existe el Sistema Nacional de Posgrado (del Conacyt), pero esta Ley de Ciencia busca crear oooootro sistema que se encargue de organizar los programas de apoyo a la investigación —ya sea público o privado— ante la SEP.
El Consejo se convierte en el titular de los derechos
En cuanto a los derechos de autor y propiedad industrial, tooooodas las obras y productos que resulten de una investigación financiada con recursos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación deberán pasar al Estado.
Es decir, que serán propiedad del Estado mediante el Consejo Nacional. Y en caso de que a esos proyectos les haya entrado dinero de otras fuentes (privadas), pues los derechos se van a compartir.
La discusión
Esta iniciativa llegó a la Cámara de Diputados el 13 de diciembre de 2022, pero para ese momento sí que había causado controversia —sobre todo por el tema de los fideicomisos, las becas y los derechos de autor.
La idea era que llegara a las comisiones de Cultura, Educación y Hacienda de esa cámara. Sin embargo, en medio de las dudas de la comunidad científica mexicana, para la revisión de esta iniciativa —conocida como Ley Buylla, en referencia a María Elena Álvarez Buylla, directora de Conacyt—, se convocó a un Parlamento Abierto.
Sí, un parlamento con una serie de foros para analizar con lupa esta iniciativa de Ley y que todo mundo o, bueno, las personas interesadas y relacionadas con la investigación y producción científica pudiera intervenir.
Aunque, ¿qué creen? En la Cámara de Diputados pisaron el acelerador y sin llevar a cabo tooooodos los foros del Parlamento Abierto, la iniciativa fue subida al Pleno este 25 de abril.
Fue aprobada en esta Cámara y más tarde, en un encerrón, madruguete y en fast track, el Senado terminó aprobándola. Si quieren echarle un ojo a la iniciativa completa, ACÁ les dejamos el enlace.