Además de las exposiciones que albergan en sus instalaciones, uno de los grandes encantos de varios museos es su estructura arquitectónica la cual, además de dotar al recinto de personalidad y estilo, lo hace más funcional. Uno de los mejores ejemplos de esto es el Museo de Ciencias Naturales de Panamá, considerado el primer biomuseo de América Latina.
Si ustedes se preguntan cuál es el concepto de este biomuseo, les contamos que su propósito es narrar la historia del istmo de Panamá, surgido hace tres millones de años y que unió dos continentes separados para formar América, hecho que cambió la diversidad del planeta.
Este colorido edificio, ubicado en la entrada al Pacífico del Canal de Panamá, fue diseñado por el reconocido e innovador arquitecto canadiense Frank Gehry, responsable de obras como el Museo Guggenheim (Bilbao), la Sala de Conciertos de Walt Disney (Los Ángeles) y la Casa Danzante (República Checa). Como dato anecdótico, la esposa de Gehry es panameña.
Para hacer realidad este museo se contó con ayuda de la Fundación Amador y del Gobierno Panameño, así como del apoyo científico de la Universidad de Panamá y del Instituto Smithsonian (Washington). Cuenta con 4 mil metros cuadrados divididos en ocho galerías de exhibición permanentes, desarrolladas por el diseñador Bruce Mau.
Estas salas son Galería de la Biodiversidad, El puente surge, El gran intercambio, La huella humana, Océanos divididos, La red viviente, Panamá es el museo y el Panamarama.
En el Parque de la Biodiversidad, el visitante puede convivir, apreciar y saber más de varias plantas nativas y endémicas del istmo, mientras que en El gran intercambio, se muestra la historia de las especies animales que existieron al norte y sur del continente, las cuales entraron en contacto cuando se formó el istmo de Panamá.
También cuenta con un espacio para exhibiciones temporales, un atrio público y un parque botánico diseñado por Edwina von Gal, presidenta del Proyecto de la Tierra Azuera, cuyo objetivo es la preservación de los ecosistemas del planeta y su diversidad, así como la promoción de comunidades sustentables y saludables.
En El puente surge, con esculturas de tres metros de alto se representan las fuerzas tectónicas que formaron el istmo. Ahí los visitantes pueden entrar en contacto físico con este universo geológico.
Este museo próximamente albergará las exhibiciones temporales Gehry en Panamá y Tiburones gigantes y camellos diminutos, esta última sobre fósiles que muestran el pasado del istmo.
Finalmente, tras varios años de atrasos (como la Suavicrema, pero éste sí quedó bien) el Biomuseo de Panamá abrió sus puertas, y no sé ustedes, pero se ve bastante interesante.
Si próximamente van a Panamá, tómense su tiempo para conocerlo y nos cuentan qué tal.