El Jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, impulsará la reforma política que trae en mente con el siguiente cometido: ya no sea Distrito Federal y si más una “Ciudad Capital”, para que ésta pueda acceder a más recursos económicos federales y crear sus propias leyes.
Todo va encaminado a un cambio en la relación de la Ciudad de México con el resto del país (Federación), en materia fiscal y jurídica. En pocas palabras, se busca que la ciudad tenga más autonomía, pero al mismo tiempo se siga reconociendo que en dicha entidad se encuentra la representación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Se trata de reconocer que es una Ciudad Capital, que seguirán asentados los Poderes Federales, debe ser responsable de la seguridad y la recaudación. En una Ciudad Capital se debe dar la garantía de la prestación de servicios, desde mi punto de vista, se debe conserva el esquema de seguridad que tiene ahora.
No obstante, afirmó que no se pasaría a la creación de un estado con municipios, por la centralización de los Poderes Federales.
Con el cambio de relación, la capital del país tendrá más beneficios en los temas fiscales, ya que podría acceder a más recursos económicos como el resto de los estados, porque en la actualidad, son inaccesibles para el DF, esto en palabras de Mancera.
Ahora, en cuando a la nueva definición jurídica, las actuales delegaciones políticas no podrían pasar a nombrarse municipios, por lo se tendría que buscar una nueva figura administrativa, donde se permita la participación ciudadana. El esquema político con el que cuentan los otros 31 estados, pero adaptados y aplicados a la propuesta de Miguel Mancera: “Ciudad Capital”.