Por Esteban Illades
Ayer por la mañana, Andrés Manuel López Obrador y Morena presentaron su “Plan de Nación 2018-2024”, un documento preliminar en el que expone su proyecto en caso de ganar la elección presidencial del próximo año.
Dado que AMLO es uno de los precandidatos con mayor oportunidad de asumir la presidencia, es necesario hablar un poco de lo que podría pasar en caso de que así sucediera. Y, dado que es el primero en hacer público un documento de este tipo rumbo a las campañas, es que aquí en Con peras y manzanas hablaremos del texto el día de hoy. (Cuando los demás aspirantes hagan lo propio, los comentaremos en su turno.)
Esto es un resumen no completo, pues el proyecto es casi de 500 páginas. A continuación lo más relevante a vuelo de pájaro, dividido en las dos categorías de Animaniacs, que siempre, siempre son útiles: buena idea y mala idea.
Buena idea: combatir la corrupción
Uno de los ejes principales del proyecto de López Obrador es la lucha frontal a la corrupción. En su proyecto insiste que, de eliminarla por completo, el país recuperaría 10% del Producto Interno Bruto que se pierde cada año. (Cifra que se repite mucho pero nunca se aclara de donde viene.)
Para ello propone eliminar las adjudicaciones directas –esos contratos que se firman entre gobierno y proveedor sin licitación de por medio–. Aunque esto puede ser bueno, no sirve en todos los casos. Hay adjudicaciones directas necesarias dado que existen temas demasiado técnicos como para que más de un proveedor pueda presentar un proyecto. Pero se entiende por qué lo propone: de las adjudicaciones es que salen cosas horribles, y más cuando se abusa del modelo.
Mala idea: meter a todo acusado de corrupción a la cárcel
Parte de la propuesta de Morena es que todo aquel que esté bajo investigación por acto de corrupción vaya a prisión preventiva en lo que se le investiga. Esto es contraproducente por dos motivos: 1) las cárceles ya están sobrepobladas. Meter a cualquier funcionario investigado por corrupción aumentaría la población carcelaria, algo que no se necesita. 2) La prisión preventiva es algo que los países del primer mundo ya abandonan. Por una parte, porque es una tortura innecesaria –aquí en México uno puede pasar años antes de llegar a juicio– y por otra porque no respeta la presunción de inocencia. Dada la corruptibilidad del sistema, bien podría utilizarse para meter a más gente inocente a la cárcel. Lo mejor sería reducirla en general, no aumentarla.
Buena idea: cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
El Nuevo Aeropuerto, que, según varios reportes periodísticos, ya se está construyendo a través de actos de corrupción (hace unos meses la Auditoría Superior de la Federación decía que no se sabía bien a bien cómo se habían gastado 835 millones de pesos, por ejemplo; los camiones que llevan material se surten con huachicol). Asimismo, se está construyendo en una zona que, si no se cuida en serio, podría generar graves daños al ecosistema local y a todo el sistema de agua de la Zona Metropolitana.
Dados los antecedentes del gobierno actual, lo mejor sería detener la construcción hasta que se pudiera asegurar que no causará un daño mayor al que pretende resolver.
Mala idea: rehabilitar el Aeropuerto Militar de Santa Lucía para usarlo en su lugar
Una de las propuestas más repetidas por AMLO es la de utilizar el Aeropuerto de Santa Lucía, al norte de la ciudad, como complemento al aeropuerto actual. Ya muchos expertos en el tema han dicho que no sólo no es factible, sino que es riesgoso: las rutas aéreas y la geografía del Valle de México harían imposible que ambos aeropuertos coexistan. A pesar de ello, López Obrador está empeñado en que Santa Lucía sea el nuevo aeropuerto.
Buena idea: discutir cómo resolver la violencia en el país
México está a nada de romper récords históricos de violencia este 2017. Ni en el peor año del sexenio pasado hubo tantos homicidios bajo la medida estándar (homicidio por cada 100,000 habitantes). A nadie en el gobierno parece quedarle claro cómo salir de ésta, y tampoco parece que estén intentando muy en serio.
En un inicio, las propuestas de Morena no se ven mal; por lo menos son distintas a las de los últimos 10 años de guerra. AMLO propone enfocarse en el problema a través de política social: disminución de pobreza, creación de empleos competitivos para poblaciones vulnerables al reclutamiento del narcotráfico, entre otros. Es, quizás, de las primeras sugerencias en tiempos actuales de no tratar el problema de la violencia con más violencia. Pero…
Mala idea: mantener al ejército en la calle por tiempo indefinido
Mientras Morena busca atacar el problema por ese lado, también lo seguirá tratando como lo hace el gobierno actual, a pesar de la estela de muerte que ha dejado a su paso este enfoque. Quiere una Ley de Seguridad Interior que regule el actuar de las Fuerzas Armadas, lo cual no es malo en sí. El problema está en que es un tema muy delicado, que, a juzgar, por el Plan presentado ayer, todavía no le queda claro a López Obrador.
El documento también habla de un mando único, en el que desaparezcan las policías municipales. Pero, como bien dijo Alejandro Hope hace unas semanas, para que las policías en serio funcionen hay que intentar arreglarlas en serio. Suena a una obviedad, pero si no están bien pagados, si no se les trata bien, los policías no harán un trabajo decente. Hasta ahora no se ve en las propuestas nada muy a fondo, más allá del pensamiento abstracto de mejorar su situación.
A esto hay que sumarle que la propuesta de Morena incluye la creación de una Guardia Nacional, que no suena muy distinta a la actual Gendarmería, y que no dice cómo conseguirá conformarla; también sugiere la creación de una Policía Turística que se encargue de la seguridad en puntos importantes para este tipo de economía, pero no elabora sobre qué facultades tendría y cómo las ejercería.
Buena idea: cambiar de modelo energético y mudarlo a energías renovables
Otra de las cosas interesantes del documento de López Obrador es la idea que se repite varias veces de dejar atrás la dependencia en gasolina extranjera y en combustibles fósiles en general. Según su propuesta, la idea es transitar hacia un nuevo modelo más ecológico y a la larga rentable, lo cual no le puede caer mal a nadie. (Bueno, sí, a todos los que trabajan en Pemex o dependen directamente de la gasolina como fuente de ingreso.)
Mala Idea: construir más refinerías
Sin embargo, esto se contradice con algo que presenta unos párrafos después: la necesidad de construir refinerías –al menos dos, quizás más– en México. Con Felipe Calderón se hizo el intento, y el proyecto fue un pozo sin fondo de corrupción –ligado al escándalo de Odebrecht, por cierto–. Si se deja de lado esto, y se piensa que, mágicamente, la corrupción terminará con un nuevo gobierno, ok. Pero pues esto no es Hogwarts y no hay un hechizo tipo Wingardium Pemex.
Y ése no es todo el problema: refinar combustible es caro y contamina. Crear nuevas refinerías no sería un paso en automático para que bajaran los precios, y las consecuencias al medio ambiente podrían ser desastrosas de manejarse mal.
Buena idea: finanzas sanas
Ninguna persona en su sano juicio está en contra de tener un presupuesto que se distribuya de forma correcta, que no se desperdicie y que atienda los problemas más graves del país. El gran problema es cómo hacer esto, y hasta hoy sigue sin haber explicación clara por parte de Morena más allá de la promesa de que todo cambiará cuando los políticos dejen de ser corruptos. Cómo y de qué manera, quién sabe.
Mala idea: pero hacerlo sin aumentar impuestos
Y menos se puede cuando la gran propuesta es no aumentar impuestos. Claro que todos los mexicanos están hasta la madre de que sus impuestos se malgasten, pero sin impuestos el Estado no tiene dinero. Y sin dinero no puede hacer cosas. Y para conseguir dinero se endeuda. Y pues no es lo mejor –el gobierno actual ha aumentado la deuda de manera significativa, y, como bien sabemos, ese dinero no ha sido bien gastado–. Un político profesional sabe que subir o crear impuestos es la muerte de su carrera. Pero es necesario.
Ya me dio flojera leerte. No te preocupes, ya acabé
Éstas son algunas de las muchas propuestas que sin duda valdrá la pena analizar a fondo durante los próximos meses, y que habrá que comparar con las demás una vez que salgan: la mejor herramienta para votar el 1 de julio será saber qué propone qué candidato y cómo planea lograrlo.
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