Por Raúl Bravo Aduna
Las elecciones del próximo 6 de junio serán las más grandes en la historia de México. Los medios de comunicación nacionales han puesto el foco en la contienda por la configuración de la Cámara de Diputados; algo que no es menor, porque de esos resultados dependerá la capacidad de López Obrador para poder terminar de implementar lo que llama la Cuarta Transformación en términos legislativos en la segunda mitad de su sexenio. Sin embargo, la forma en que se ha dado este proceso electoral es sugerente, por decir lo menos. Las lógicas estatales y municipales de la contienda son diversas; por ello mismo, presentan la oportunidad de recuperar maneras de disenso y consenso en términos verdaderamente federales a largo plazo. Así pues, a 13 días de la jornada electoral, vale la pena hacer un repaso a vuelo de pájaro de cómo llega cada contienda estatal.
Por cuestiones de espacio, este breve ejercicio de compendio será dividido en dos partes. En esta primera entrega, nos ocuparemos de las elecciones en las gubernaturas de siete entidades federales; la próxima semana, dedicaremos el Con peras y manzanas del domingo a las ocho restantes. En cuestión de estadísticas, promedios y encuestas de medición de votos, para ambos textos utilizaré los de polls.mx, un servicio bastante completo y certero de seguimiento de encuestas a nivel nacional, que incluye poll of polls (promedios de encuestas de las principales empresas que se dedican a estas mediciones) a nivel federal, estatal y local. Cabe destacar que es un servicio relativamente barato y al que uno se puede suscribir de manera personal, por un precio mucho menor que a cualquier plataforma de streaming.
San Luis Potosí
En un primer momento, las elecciones a gobernador de San Luis llamaban la atención por dos motivos. Por un lado, a la contienda se presentaron nueve candidatos, la mayoría sin coaliciones e incluso con un independiente. Por otro, se anunció casi al arranque de campañas que José Ricardo Gallardo (PT-PVEM) y Octavio Pedroza (PAN-PRI-PRD) se encontraban en empate técnico. No obstante, en las primeras mediciones locales, se registraba una intención de voto por Gallardo que rayaba el 38%. A dos semanas de las votaciones, sin embargo, Pedroza se sitúa en primer lugar con 32.7% cuando de promedios de encuestas se trata; Gallardo, en segundo lugar con 23.9% (y en empate técnico con Mónica Rángel de Morena), ha ocupado titulares nacionales por su presunta relación con el narco en el estado.
A pesar de los datos que arrojan las encuestas de encuestas, levantamientos como el de De las Heras de esta semana anuncian una ventaja irreversible de 100,000 votos de Gallardo sobre Pedroza. Queda un último debate previo a elecciones entre candidatos. El final se antoja de fotografía, precisamente por la falta de concordancia entre encuestas en San Luis Potosí.
Chihuahua
A lo largo de los últimos años, Chihuahua se ha consolidado como un bastión panista; particularmente, con el gobernador Javier Corral como una de las caras más públicas de la oposición a López Obrador. Desde el arranque de campaña, la candidata Maru Campos (PAN-PRD) se ha mantenido estable de puntera con una distancia en promedio de 7% con el segundo lugar, ocupado por Juan Carlos Loera (Morena-PT-PANAL).
Al comienzo de las campañas en el estado, Campos fue acusada por cinco delitos de corrupción que la relacionaban con la red de moches del exgobernador César Duarte. El caso jurídico de la candidata sigue en suspenso, pero en ningún momento afectó la intención de voto por ella en el estado.
En este caso, la tendencia se ve difícilmente reversible en las próximas dos semanas.
Baja California
Baja California es uno de esos estados que en estas elecciones todo está y ha estado cantado desde un comienzo. En encuestas, Marina del Pilar Ávila (Morena-PT-PVEM) suele posicionarse unos 6 a 10 puntos porcentuales del segundo lugar, que alterna entre Jorge Hank Rhon (PES) y Lupita Jones (PAN-PRI-PRD); sin embargo, los polls of polls del estado suelen marcar la brecha cerca del 20% (en gran medida, por hacer a un lado votantes indecisos y analistas). Las campañas en este estado la verdad es que no presentan casi nada interesante, más allá de las estupideces ocurrencias “desafortunadas” de los candidatos. Todo indica que, en BC, Morena va a tener continuidad un sexenio.
Baja California Sur
En Baja California Sur sucede algo similar, pero a la inversa, de lo que se ve en la entidad vecina del norte. Desde el comienzo de las campañas, Francisco Pelayo (PAN-PRI-PRD) se ha encontrado de puntero en intención de voto para las próxima elecciones, promediando una brecha de entre 5 y 10% con el segundo lugar, que lo ha ocupado consistentemente Víctor Castro (Morena-PT) en los últimos meses. Así pues, parece que el PAN refrenda a BCS como bastión por al menos un periodo más.
Campeche
De las campañas más interesantes que han pasado desapercibidas por medios nacionales en estas elecciones, Campeche es quizá de las más curiosas. Es un estado que llama particularmente la atención porque es de los pocos en los que no ha habido alternancia partidista en el gobierno estatal. La candidata de Morena, Layda Sansores, está en su cuarto intento por ser gobernadora de la entidad. Al inicio de las campañas, todo apuntaba a que no repetiría la cruzazuleada este año. En encuestas de mediados de marzo, por ejemplo, se encontraba en primer lugar de intención de voto con más de 13 puntos de distancia del segundo lugar, Eliseo Montufar de Movimiento Ciudadano.
Ahora bien, a lo largo de los últimos dos meses, ambos punteros comenzaron a converger, y el tercer lugar, Christian Castro (PRI), poco a poco apretó para que, a dos semanas de la jornada electoral, todo esté completamente volteado, de acuerdo a los promedios de encuestas de encuestas, que ahora posicionan a Montufar en primer lugar cerca del 32% y en segundo lugar a Castro en empate técnico con Sansores alrededor del 27%, lo que sigue implicando un empate estadístico entre los tres candidatos. El único pronóstico certero para el 6 de junio en Campeche es que esa noche se van a declarar ganadores Castro, Sansores y Montufar.
Colima
Las elecciones a la gubernatura de Colima son de ésas que no despiertan ningún tipo de emoción y no han presentado mayor sorpresa. Las tendencias estadísticas de intención de voto en la entidad se han mantenido súper estables desde el arranque de campañas y parece que van a llegar igual a la jornada electoral en quince días: Indira Vizcaíno (Morena-PT-PVEM) ha estado en la contienda cerca de 10% arriba del segundo lugar, Mely Romero (PAN-PRI-PRD), a quien activamente apoya el Frenaaa —a que ya ni se acordaban de ellos—.
Guerrero
Todo el proceso electoral en Guerrero ha sido un desastre documentadísimo, analizadísimo y sobadísimo en todos los medios de comunicación. La candidatura de Félix Salgado Macedonio a gobernador del estado estuvo en entredicho por las distintas denuncias en su contra por acoso y abuso sexual. Eso no movió ni a Morena ni al candidato, pero el INE frenó la candidatura porque el partido no presentó sus gastos de precampaña como debía. Eso nos llevó a semanas de ping pong entre el INE y el TEPJF hasta que, finalmente, se decidió retirarlo de la competencia. Y, en un acto de alquimia mexicana, Morena impuso a Evelyn Salgado, hija del político guerrerense, como sustituta.
La información de intención de voto en Guerrero es confusa. Por un lado, a pesar de los escándalos, problemas y francas tomaduras de pelo de Morena en su campaña en ese estado, el partido ha encabezado todos los sondeos y promedia en encuestas de encuestas una ventaja superior al 8% con el segundo lugar, Mario Moreno (PRI-PRD). Pero encuestas recientes sitúan la brecha en 4%, por un lado, o en 13% por otro. La elección en Guerrero al día de hoy es un volado, pero, a menos que haya un claro ganador, es muy probable que sea de los resultados que se diriman en tribunales.