Se acabó el año para el tenis, ya no hay torneos y los jugadores se dedican a otras cosas. Rafael Nadal es uno de los que ha estado más activo fuera de las canchas.
Esta vez se dio el lujo de echarse un jueguito de ping pong con su hermano pero no de una forma habitual, sino que para darle “chance” se vendó los ojos y comenzó a pelotear de una manera increíble. Demostró por qué es el #1 del Mundo y que es un jugador casi invencible.
Sólo tuvo que adaptarse a la cancha unos segundos y comenzó la diversión para todos, a tal grado que cuando pegaba algunos buenos tiros, se burlaba de Tomeu porque no le daba respuesta:
Este video fue realizado para una serie de retos de su asociación “The Good Hand Project”, que busca reunir fondos para ayudar a conseguir empleo a la gente joven, todo con el afán de conseguir reproducciones en YouTube y recaudar una buena lana.