La pelea más esperada. El combate del año. El duelo de titánes. Son sólo algunos de los adjetivos que se le dio a la trifulca que protagonizaron Saúl “Canelo” Álvarez y Floyd Mayweather Jr., en el MGM Grand de las Vegas en donde “The Money” salió vencedor y obtuvo el Campeonato Mundial de Boxeo del peso Superwelter.
Después del protocolo en el que Pedro Fernández cantó el Himno Nacional de nuestro país, errando a la hora de cantarlo, no por una parte mal cantada, sino porque saludó a la bandera cuando no se debe hacer. Posteriormente y fieles a su estilo, los estadounidenses cantaron al unisono The Star-Spangled Banner interpretado por Tank.
Ahí estaba por comenzar una de las batallas más esperadas del año, el primero en hacer su aparición en el cuadrilátero fue Saúl con el “México, lindo y querido” de fondo, para posteriormente darle paso a Mayweather quien iba acompañado de Justin Bieber y el rapero Lil Wayne.
La pelea preliminar entre Danny García y Lucas Matthysse que nos dejó unas tarjetas de 115-111, 114-112 y 114-112 a favor del estadounidense, nos hacía pensar que era complicado que Floyd y “Canelo” superaran lo hecho por estos dos grandes pugilistas.
Con esto, García retuvo su su cetro superligero del Consejo Mundial de Boxeo y de la Asociación Mundial de Boxeo, tras vencer por decisión unánime a su rival quien durante gran parte de la pelea tuvo cerrado el ojo derecho y de eso se aprovecho el de Estados Unidos para propinarle algunos golpes que hicieron mella.
Sin más preámbulo y después de las recomendaciones del tercero en la lona, los dos primeros episodios, como suele suceder, fueron de pleno reconocimiento entre los boxeadores pero ya entrados en el tercer round, “The Money” comenzó a soltar un poco la mano izquierda al rostro del “Canelo” sin hacer mella.
El cuarto empezó muy caliente. Floyd soltó algunos golpes con el jab a la cabeza, sin recibir respuesta alguna del mexicano, hasta que acusando al estadounidense de un cabezazo, Saúl lo tomó por del cuerpo y posteriormente le dio un golpe ilegal en la zona baja, por lo que recibió una advertencia del referí.
Los siguientes dos rounds fueron totalmente para Floyd, quien tiraba golpes a diestra y siniestra sin recibir respuesta alguna, el “Canelo” simplemente estaba parado, no movía la cintura y lo único que podía hacer es contener los puñetazos del rival.
Imponiendo su estilo boxistico, Mayweather manejaba a la perfección la distancia en el séptimo round. Se movía por el cuadrilátero cual bailarina y el azteca simplemente lo esperaba pegado a las cuerdas, en donde por un momento Floyd le propinó algunas combinaciones de golpes que sin lugar a dudas contarían en las tarjetas.
En el octavo de los doce pactados, el mexicano vio una luz al final del túnel, algunas combinaciones con ambas manos dejando entre las cuerdas al “The Money” pero la astucia del peleador norteamericano era más que la fuerza de nuestro paisano, y aunque recibía algunos golpes no pasaban a más. Seguía ganando la pelea.
La pelea que se había promocionado en demasía estaba dejando mucho qué desear. Floyd simplemente mantenía a su oponente al margen a sabiendas de que iba a ser el ganador a la postre. El jab era el secreto. Saúl se mantenía alejado. No podía hacer mucho frente a un peleador de la categoría de Mayweather, a tal grando que cuando se terminó el décimo round, la impotencia abrumó al “Canelo” que encaró a “The Money” en lugar de pelear.
En el último episodio el norteamericano simplemente se movió por el ring, soltó uno que otro golpe pero por simple trámite. Así concluyó la pelea entre ambos boxeadores. En donde de principio a fin: Floyd Mayweather Jr., fue más que Saúl Álvarez.
Los cartones quedaron de la siguiente manera, en donde uno de los jueces al parecer calificó de manera equivocada: 117-111 (Metcalfe), 116-112 (Moretti), mientras CJ Ross 114-114. Aún así se llevó la victoria por desición mayoritaria Floyd.