¿Qué tienen en común los partidos que se disputan en los estadios mundialistas de Brasil y los que cada fin de semana se celebran en diferentes llanos de la capital? Pues en definitiva no es la calidad del manejo de bola, sino que los dos provocan un aumento en la violencia contra la mujer, según informan autoridades de la delegación Magdalena Contreras, en el DF.
De acuerdo con datos estadísticos de la delegación, cada que hay partido -sobre todo en fin de semana- la conjunción ganadora no es el alcohol y el fútbol, ya que quien termina pagando por la frustración de la derrota –o la euforia de la victoria- es la mujer, fenómeno que no se da sólo en el sector popular como podría pensarse, sino en todos los estratos sociales.
Por esta razón y previendo que el consumo de alcohol se incremente con la realización de la Copa del Mundo, se lanzó la campaña “Pegarle a la mujer no es parte del juego del hombre”, la cual busca concientizar a los amantes del balompié.
“Tenemos relacionado el tema de la violencia familiar con la ingesta de alcohol y esto, a su vez, se incrementa los fines de semana, cuando las ligas de futbol realizan sus juegos; es decir, no quiero satanizar al futbol en sí mismo, pero sí hay una relación entre éste y el consumo de alcohol”, señaló la encargada de la delegación Magdalena Contreras, .
Y al parecer la violencia va de la mano del nivel de juego, ya que en partido normal las llamadas de emergencia en las que se informa de violencia intrafamiliar son contabilizadas entre cinco y siete, sin embargo, cuando juega la Selección nacional sube a 20, no importando día u hora del cotejo.
Magdalena Contreras es una de las demarcaciones más futboleras de la capital, por lo que no es de extrañar que marque precedentes de lo que ocurre a nivel de todo el DF –e incluso nacional- . En esta delegación seis de cada 10 mujeres con víctimas de la violencia y 70% de los casos se presentan los fines de semana futboleros, cuando salen a las canchas los 500 equipos que conforman el grueso de escuadras llaneras.