El último punto que le faltaba al recate de Pemex y CFE se dio las primeras horas de este sábado, cuando legisladores aprobaron el esquema de pagos mediante el cual se convertirá en deuda pública parte del pasivo laboral de las empresas energéticas.
Aunque se intentó debatir algunas condiciones para que la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, como la modificación del contrato colectivo de trabajo, pero el tesorero del sindicato de la Paraestatal, Ricardo Aldana, señaló que “de ninguna manera negociará el contrato colectivo en materia de pensiones con la empresa”. Por otra parte se acordó una investigación especial de la Auditoría Superior de la Federación para identificar a los responsables del saqueó de fondos, por lo que sin más, el rescate fue aprobado por 327 votos a favor, 125 en contra y una abstención.
Ya que la sesión de ayer fue la última en lo que respecta a los paquetes de la reforma energética, no pudo faltar una oposición más teatral: de la biblioteca de la Cámara, los perredistas sacaron el busto de Lázaro Cárdenas, el cual fue colocado en tribuna, para después ser adornado a modo de “ofrenda” con varios arreglos florales, pero también como funeral, “porque hoy se está sepultando a Pemex y a la CFE”, señalaron.
Ya después se alertó sobre la presencia de “una víborita”, por lo que se tuvo que recurrir a Protección Civil y los trabajos legislativos se suspendieron momentáneamente.
Más tarde, aun con el busto de Lázaro Cárdenas en el pleno, el presidente de la Comisión de Vigilancia, José Luis Muñoz Soria, sacó su lado histriónico y al estar en tribuna simuló una llamada telefónica, nada menos que con el ex presidente Cárdenas: “Sí, mi general, aquí peleando contra los enanos traidores que han echado atrás lo que usted entregó a este pueblo. A sus órdenes, general. Aquí estamos”.
A pesar de tanta “oposición”, ya que era viernes, los grupos decidieron terminar pronto y a la una de la mañana concluyó la sesión con la aprobación a la Ley de Presupuesto. Se prevé que será el lunes cuando el Senado de la República avale totalmente la reforma energética, para luego ser firmada por el Ejecutivo federal.