Y lo peor es que ni invitan… ya que este año (bueno, de hecho ya llevan varios) no fue particularmente lleno de noticias a su favor, los gobiernos del Estado de México y Veracruz hacen lo más lógico. ¿Meterle potencia para que sus administraciones sean motivo de buenos comentarios? No, eso es demasiado tardado: algo más instantáneo.
En el caso del Estado de México, el flamante gobernador, Eruviel Ávila, se lució en la que será su última navidad al frente de la administración mexiquense. Primero, ofreció un regalito con valor de 500 pesos a cada uno de los asistentes al evento realizado en Ecatepec, uno de los municipios más poblados e inseguros del Estado. Pero bueno, para qué hablar de que en la entidad la gente ya tiene que hacerse justicia por propia mano, que es uno de los lugares en que ocurren más feminicidios en el país o que ahí se agarran a guamazos hasta a diputadas, si todo eso puede olvidarse rifando (como cada año) dos automóviles con costo de entre 230 y 290 mil pesos.
Un poco melancólico, al tomar el micrófono en el magno evento en el que se dieron carnitas, crema de elote, espagueti y pechugas, Eruviel Ávila pidió a los consentidos reporteros que cubren la fuente no echarle el carro en los últimos meses que le quedan de administración… en tono cotorrón, claro, no porque lo que quiera es que le ayuden a limpiar su imagen de cara a una probable candidatura presidencial.
Por otra parte, en Veracruz el asunto no fue muy distinto… bueno sí: el apapacho no vino por parte de la administración estatal, sino del lado legislativo. Por parte de la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, la panista María Elisa Manterola Sáenz, para ser precisos.
De acuerdo con Proceso, la legisladora en tierras donde en los últimos años se han dado más casos de asesinatos y agresiones en contra de periodistas, se quiso lucir con los de la prensa de una forma poco polémica… pero como le ganaron las prisas, no tuvo de otra y en escena nada convencional rifó fajos de dinero en el brindis navideño celebrado en un restaurante ubicado en la capital jarocha.
Valiéndole gorro que la recién entrante administración (liderada por uno de su partido, por cierto) no tiene dinero para solventar los pagos de funcionarios, Manterola Sáenz dio de a 2 mil pesos para los afortunados ganadores… pero bueno, como no todos podían llevarse la lana, el secretario del Poder Legislativo, Juan José Rivera, prometió -en el mismo evento- poner el chupe: “Yo voy a poner los pomos”, amenazó.
Cabe señalar que no todos los legisladores fueron tan “espléndidos”. Por ejemplo, el coordinador de la bancada del PAN, Sergio Hernández, sólo dio unas pequeñas canastas navideñas. El representante de la fracción de Morena, Amado Cruz, realizó una pequeña rifa y ya que tampoco tuvo tiempo de comprar el regalo (así como Manterola), dijo que en el transcurso de la semana los ganadores podrán recogerlo.
Sobre la polémica forma en que Manterola Sáenz festejó a los periodistas, el coordinador de Comunicación Social, Sergio Melo, envió una carta en la que aclaró que el dinero fue dado como una “cortesía personal” de la diputada, acusando que la información ofrecida por Proceso era “irrelevante” y “sesgada”. “Creo que hay notas y cosas más importantes que tratar en Veracruz, muchos de ustedes estaban ahí presentes y no podía yo llegar sin un obsequio”, dijo la legisladora en entrevista.
En respuesta, el reportero de la agencia Apro, Noé Zavaleta, ratificó su información y lamentó que la máxima autoridad del Legislativo local considere como “cortesías personales” el “reparto descarado y burdo de billetes de 500 pesos y que encima diga que es parte de ‘una nueva etapa de Veracruz’ y de la ‘transparencia’”.
Ahhh, pero bien que fue a la cena… pues no. De acuerdo con Zavaleta, desde hace tiempo dejó de asistir a los mentados brindis navideños y comidas, “por la libertad de expresión con los tres niveles de gobierno, porque suelen ser reuniones en las que se fomenta la corrupción y se atenta contra la independencia de los medios, mediante el reparto de dinero, la distribución de costosos regalos, así como, en algunas ocasiones, la rifa de autos y viajes al extranjero”.
