Mientras día tras día se publican reportajes en todos los medios mexicanos sobre la historia de como varias personas se vieron en la necesidad de convertirse en autodefensas para combatir la amenaza del crimen organizado, el procurador general de la República dice que hay evidencia de que tienen nexos con el narco ¿quién dice la verdad?
Según La Jornada, el titular de la Procuraduría de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, reveló que hay evidencia de nexos entre el cártel Nueva Generación y grupos autodefensas en Michoacán, y advirtió que seguirá al frente de esa dependencia.
«Mientras yo crea que pueda, ahí voy a estar»
Así lo dijo en conferencia de prensa, luego de reunirse con los senadores del PRI.
El señor detalló que dos detenidos, que se ostentaban a sí mismos como autodefensas, confesaron haber recibido armas del cártel Nueva Generación. Y bueno, ésa es la evidencia que tiene, así que agregó que apenas estaba en la etapa de investigación.
Sobre Michoacán expresó que ya «está la autoridad» y cuando se le cuestionó sobre la petición de los empresarios para que se creara otro Comisionado para Guerrero, pues la violencia va creciendo, el procurador dijo:
«Michoacán no tiene por qué ser la receta para otros casos»
En fin, de nuestra parte sólo podemos cuestionar las pruebas que presenta el procurador como para adelantarse en la publicación de la información. Y es que, según sabemos, muchos criminales se han vestido de autodefensas hasta para atacar a las mismas autodefensas (fingen ser de otro municipio, y una vez cerca les comienzan a disparar). Además, no hablemos de ellas como si fueran un grupo homogeneo, ya que, al ser grupos civiles que surgen espontaneamente a partir de la situación particular de cada localidad. En fin, parece que es un poco irresponsable de parte del procurador hacer esta declaración de manera tan adelantada (no quisieramos insinuar que lo hizo solamente para desprestigiar a las autodefensas frente al público, más bien, queremos remarcar las dudas que a cualquiera le podrían salir ante tales afirmaciones públicas).
Dos testimonios más de autodefensas
El mismo diario Milenio publicó el día de hoy la historia de Carmelita, autodefensa de 21 años que se sumo a las filas de estos grupos en abril, dos meses después de que en su pueblo en Buenavista, surgieran por primera vez.
Carmelita expresó:
«Yo le digo a la gente que no se asuste, nosotros no somos ningún cártel, somos del pueblo, puros campesinos, cortadores de limón, ganaderos y nosotros no venimos a hacerle mal a nadie. Estamos contra el mal, ¡de esos malditos templarios!»
Ella ingresó a los autodefensas junto con su hermano, un joven que también forma parte de los H3, equipo que sí se enfrenta a Los Templarios en cada una de las incursiones a nuevas comunidades. Ella no anda en barricadas ni retenes (como están Idalia o Dulcinea) sino que anda en las camionetas que los mismos empresarios prestaron a las autodefensas para liberar a los municipios del crimen organizado.
Carmelita irrumpió con cerca de 500 autodefensas en Los Reyes, donde fueron recibidos a balazos por los templas, como se refieren al grupo que combaten. Esa cabecera fue de las últimas que han tomados, después de firmar el acuerdo con el gobierno.
Expresa enojada sobre Los Templarios:
«Nos han causado mucho daño. A todos nos han lastimado con las extorsiones»
Por otro lado, Hipólito Mora es el líder de las autodefensas en la Ruana, sus razones no fueron familiares (no le mataron a un hermano o le violaron a su hija), pero sí se metieron con su patrimonio, en ese momento dijo «se acabó» cuando los templarios se apoderaron de las empacadoras de limón.
Con el poder de las armas, manejaban nada más el limón de ellos para que el precio se mantuviera alto, sin importarles que a nosotros nos estuvieran matando de hambre. Las empacadoras estaban para ellos nada más»
Hipolito Mora se levantó el día de la Bandera del 2013, tres horas antes de que lo hicieran sus vecinos de Tepalcatepec.
Don Hipólito, de 58 años, gafas, playera sencilla, sombrero y huaraches, se convirtió en la autoridad en un pueblo en el que no la había. Se le puede encontrar en la entrada de La Ruana, tomando limonada en lo que atiende a periodistas y a lugareños que piden su ayuda. Explica como se levantó contra los criminales:
«Seríamos unos 250. A esos pinches sicarios yo sentía que solo los sacaba. Pero sabía bien que si lo hacía, iban a llamar a cientos de cabrones de otros pueblos y me iban a dar en la madre. Entonces era imposible que los enfrentara solo. Por eso invité al pueblo y salió bien todo. En lo único que me equivoqué es que yo no creía que fuera a crecer tanto esto»
Si la gente del pueblo tiene algún problema ya no va a ver al presidente municipal (de hecho, no hay) ni a la policía (que tampoco hay) sino a don Hipólito. Sobre los Templarios, Hipólito expresó:
«Si ellos no se hubieran metido con los honestos, todavía estarían vigentes»
En las barricadas, el grito más repetido por las autodefensas es:
«Detengan a las principales cabezas»
Pero ellos saben que con detenerlas no se acaba esto, es más, tienen un diagrama en el que muestran que por cada cabeza hay un jefe menor que lo sustituirá cuando atrapen a su líder.
«Le pongo el ejemplo: si me matan a mí, no se va a terminar esto. Hay muchos detrás de mí. Así es también la organización esa. Si matan a tres o cuatro, no. Necesitan más todavía»
«Algunos comandantes de las autodefensas elogian a la Policía Federal y se quejan del Ejército»
«Tenemos puntos de vista diferentes. A pesar de que el gobierno no hizo su trabajo durante 10 o 12 años, yo aún sigo confiando. Todos merecemos una segunda oportunidad»
El ejército de autodefensas de don Hipólito no es como el de Carmelita, mientras a ella la financian los empresarios (mismo que han levantado a sus peones en armas), don Hipólito sostiene a su pueblo solo, y por lo tanto tienen muchas carencias, sólo tienen el coraje contra los criminales.
«Pues otros movimientos tienen la suerte de que traen ricos, nosotros no. Fuimos los primeros, pero se nos ha puesto difícil porque ya va para un año y todavía no nos completamos de armas»
Cuando se le pregunta sobre quién toma las decisiones en su grupo responde:
«Orita mucha gente. Al principio era yo nada más, y otros amigos míos aquí y en Tepeque (Tepalcateec), que nació el mismo día que nosotros. Ahorita ya hay muchos coordinadores, muchos líderes. Se va a oír mal lo que tengo que decir, pero tengo que decirlo: cada quien conduce su grupo como cree que está bien. No siempre estamos coordinados»
Como casi no sale de La Ruana, algunos se extrañaron de verlo a principios de semana en Tepalcatepec, a donde fue a firmar con el gobierno la legalización de las autodefensas.
Y es que tanto el grupo de don Hipólito como el de Carmelita han firmado el pacto con el gobierno, pues esta gente no quiere luchar, lo que quiere es vivir en paz, y aunque muchos ven con sospecha a aquellos que los tuvieron olvidados por casi 12 años, otros ven con tranquilidad que el gobierno se interese por fin en ellos.
Cuando le preguntan a don Hipólito si se convertirán las autodefensas en grupos paramilitares, él contesta:
«Sí, eso dicen. Me hablan de Colombia a cada rato. Yo le pido a Dios que no vaya a pasar»
