Todos hemos tenido algún momento arruinado por la lluvia, y en estos días, pues más… para los amantes de la lluvia, más bien han sido momentos románticos y de gloria. Pero bueno, unos quieren saber cómo mojarse menos cuando se suelta el aguacero y otros querrán saber cómo mojarse más (sin albur).
Unos dicen que si corres, te mojas menos, y otros que caminando… Pues ya nos traen una respuesta, que aunque generalizada, nos sirve.
Franco Bocci es un físico, que dijo en la revista European Journal of Physics, que los factores que influyen en esta respuesta, son la estatura de la persona y la dirección del viento.
¡Uff, qué sencillo!
Pero para más fácil…
Dice que pa’ no complicarnos tanto, solo corramos muy rápido, a menos que seas muy delgado, porque ahí sí, necesitas la velocidad óptima.
Toda la vida ha llovido, así que desde la década de los 70 varias revistas de matemáticas han abordado este tema.
“Para la mayor parte de los trabajos anteriores, esta era una respuesta sencilla, pero yo he descubierto que es un problema mucho más complejo”, dijo Bocci a la BBC.
La conclusión es que la forma humana es la que determina la respuesta, entonces, en términos prácticos:
Digamos que, en general, lo mejor es correr tan rápido como se pueda. No siempre, pero sí en general.
Si eres realmente delgado, es más probable que exista una velocidad óptima. Si no, es mejor ir lo más rápido posible.
“Y en cuanto a la dirección del viento –igualmente de forma general- se debería correr lo más rápido que se pueda a menos que el viento sople desde detrás, en cuyo caso la velocidad óptima será exactamente la misma que la del viento.”
Jaja. Chin, mano, pues a correr!