Como ocurre con casi todo lo que saca Radiohead, cuando salió el video de “Daydreaming” muchos fans se dieron a la tarea de encontrarle señales ocultas. En el más sano de los casos, a simplemente tratar de interpretar lo que en imágenes dejó el director, Paul Thomas Anderson. Una de las lecturas que más se aceptó fue que, Thom Yorke, en ese abrir y cerrar de puertas para hallarse en escenarios que remitían a antiguos videos y material de la banda, estaba haciendo una recapitulación de todo el trabajo de la banda. Bueno, eso ocurre en los conciertos de su nueva gira.
Como parte del segundo día de actividades del NOS Alive, realizado en Lisboa, Portugal, Radiohead hizo una selecta revisión de todos sus álbumes (oficiales, claro). Iniciando el set con cinco temas de su nuevo y aclamado A Moon Shaped Pool, los ingleses ofrecieron canciones incluidas desde el Pablo Honey (ya saben cuál… “Creep”) hasta su último disco. Bueno, no tocaron nada del Amnesiac, pero ha de ser difícil intentar tocar de todo… aunque sea en un set de poco más de dos horas.
Alejados ya de esa “crítica” que se les hacía respecto a tocar los temas para que suenen exactamente igual que en sus discos, desde la abridora “Burn the Witch” la banda se ha tomado la “libertad” de hacer que sus canciones suenen de una forma extrañamente diferente… quizás tiene que ver con el ánimo de Yorke, quien todo el concierto se la pasa jugando con el público, después de todo éste ya celebra todo… y cómo no hacerlo si además de las infaltables “Paranoid Android”, “There, There”, “Exit Music (for a film)”, “Everything in Its Right Place” e “Idioteque”, la banda sorprende constantemente con temas como “2+2=5” o “Talk Show Host”.
Todo el set da para para percibir cómo Yorke y compañía han evolucionado a lo largo de los años: desde la sencilla balada pop (que es “Creep”), hasta quizás el punto más delirante en interpretación en vivo: esa concentración para tocar “Bloom” es recíproca por parte de los fans, que no pueden dejar de estar atentos a la forma en que Jonny Greenwood se multiplica para hacer lo que le corresponde.
Veinticuatro canciones, dos “encores”: eso es lo que probablemente nos espera con Radiohead en un par de meses. Quienes ya los hayan visto en vivo, no tendrán muchas novedades con respecto a la pasada visita a nuestro país (en lo visual, claro: luces y pantallas parecen ser los mismos). Para quienes los vean en vivo por primera vez: indescriptible.