Hace un par de semanas, Patricia Arquette estremecía al mundo tras ganar el Oscar como mejor actriz de reparto por Boyhood: “A todas las mujeres que han dado a luz, que pagan sus impuestos y que son ciudadanas de esta nación, hemos luchado por los derechos de todos los demás. Ya es hora de que tengamos de una vez por todas el mismo salario (que los hombres) y los mismos derechos para las mujeres”, reclamaba Arquette, provocando que Jennifer Lopez y Meryl Streep, entre muchas otras mujeres presentes en la sala, saltaran de sus asientos para apoyar sus palabras.
La brecha salarial entre hombres y mujeres es abismal en pleno 2015 y como ejemplo podemos retomar el estudio publicado por The Hollywood Reportes el año pasado, en el que compara las ganancias obtenidas por Robert Downey Jr, el actor mejor pagado entre junio del 2013 y del 2014 con 75 millones de dólares y lo obtenido por la actriz mejor pagada de Hollywood en el mismo periodo: Jennifer Lawrence con tan sólo $35 millones de dólares; ¡menos de la mitad!
Me encuentro en el último día de actividades del Tempo Festival en Estocolmo, una ciudad que ha sido aclamada en repetidas ocasiones por su constante lucha por la equidad de género. De hecho, en los últimos años, Suecia ha sido señalada por diversas organizaciones civiles como “uno de los mejores países para ser mujer” gracias a su constante lucha por la equidad de género, que parte desde la educación primaria y que apunta a refozarse en diversas ramas de la vida cotidiana, desde la igualdad de oportunidades, permisos parentales e incluso hasta en el lenguaje, donde se decidió incluir un término para la neutralidad de género. Si “hon” es para ella y “han” para él, en el 2012 se decidió incorporar a la lengua el pronombre “hen” para referirse a aquellos que no se identifican a sí mismos como hombres o mujeres, o que simple y sencillamente desean evitar referirse a sí mismos como pertenecientes a un sexo determinado.
Otra de las áreas que más atención ha ganado en los últimos años en cuanto a equidad de género se refiere, es el cine. ¿Acaso nuestras películas favoritas son sexistas?
Lo que para muchos puede parecer una broma o un juego, terminó por convertirse en Suecia en una nueva clasificación de películas, con la que mediante tres simples preguntas, la audiencia puede discernir si el filme que está a punto de ver promueve prototipos o desigualdades de género.
Se trata la Clasificación A, inspirada en un test creado en 1985 por la caricaturista Alison Bechdel, que a través de un personaje de sus viñetas planteo el hecho de sólo ver películas en las que aparezcan al menos dos mujeres hablando entre ellas y en las que la conversación no gire en torno a un hombre.
La inciativa prendió una velocidad que ha sorprendido hasta a los propios promotores. En cuestión de semanas, docenas de festivales y cines de medio mundo se han puesto en contacto con los suecos para importar un modelo que de cierta forma pone la atención sobre la desigualdad de género en la industria cinematográfica, y como datos extras, los primeros resultados dicen que las películas que han logrado superar el Exámen Bechdel, o que han logrado la Clasificación A en Suecia, han obtenido mejores resultados económicos en taquilla, lo cuál nos habla de la conciencia cívica y la libertad ideológica con la que actuan los suecos, pues al final del día, la elección sobre las peliculas que pueden ver, termina siendo suya.
Por otro lado, no podemos garantizar que este simple ejercicio logre resolver una problemática que es mucho más profunda de lo que creemos, de hecho podemos notar que la prueba por sí sola puede ser carente al momento de clasificar peliculas y como ejemplo tenemos Gravity, que está centrada en la historia de una mujer, pero que estrictamente no cumple con ninguna de las tres reglas impuestas en la Prueba Bechdel. Sin embargo, más allá de lo infalible, lo que vale la pena de La Clasificación A impuesta en Suecia, es la reflexión sobre el papel de la mujer en el cine.
Si quieren conocer el listado actualizado de películas que han superado la Prueba Bechdel pueden visitar esta impresionante base de datos.