A lo largo del día, el staff de Sopitas.com ha celebrado el Día Mundial del Internet con una serie de ensayos relacionados a los temas que nos interesan. Para seguir con los festejos, a continuación te presentamos otra conversación entre LOS SOPICUATES, dos personajes que no tienen nada en común entre ellos con la excepción de que los dos son lectores de este humilde sitio.
EL INTERNET Y TU Y LA INTERNET
Una obra en un acto.
Personajes:
Non-Sopicuate
Par-Sopicuate
Tiempo:
El presente
PAR-SOPICUATE: ¡Hola Sopicuate!
NON-SOPICUATE: ¿Qué quieres?
PS: Mmm. Nada.
NS: Bueno.
PS: ¿Ya viste el nuevo video de Paramore?
NS: Er… no.
PS: ¿En serio? ¡Tienes que verlo! ¡A mí me encantó!
NS: No, gracias. No soy fan de Paramore.
PS: ¡Yo tampoco, pero no puedo dejar de ver su nuevo video!
NS: No, gracias. No soy fan de Para–
PS: Ándale, no seas fresa y velo. ¡Te prometo que no te vas a arrepentir!
NS: ¿Yo fresa? Te hago notar que tú eres el que me está recomendando ver un video de Paramore. Además, ¿qué no estabas escuchando a Ghost hace un par de semanas? ¿Qué le pasaron a todos esos tuits de “HEIL SATAN!” y “PAPA EMERITUS ES MI DIOS”?
PS: Ah, sí. Eso fue una fase. Lo de hoy es pintarse el cabello de naranja y rosa chicle como Hayley Williams.
NS: Yo creía que lo de hoy eran los robots de Daft Punk.
PS: ¿Daft Punk? ¡Bah! Su primer sencillo está más quemado que Freddy Krueger.
NS: Vamos, no puedes decir que te gusta una canción porque está de moda así como no puedes odiar “Get Lucky” porque unos tuitstars están hartos de ella.
PS: Ugh. “Get Lucky”. Peor. Canción. Del año.
NS: ¿Qué? Pero si hace un mes estabas pegado a todos los blogs esperando a que alguien subiera extractos de 30 segundos.
PS: Ah, lo recuerdo. Hasta hice mi remix y lo subí a YouTube.
NS: ¡No hiciste ningún remix! Sólo pusiste un link a la canción de los Supersónicos.
PS: Mmmm. Sigue siendo mejor que la versión de Pitbull.
NS: Eres tonto. No puedes decidir qué es bueno o qué es malo sólo porque está de moda.
PS: Oh oh. Presiento un sermón en 3… 2… 1…
NS: Yo, por ejemplo, estoy escuchando los primeros discos de X.
PS: Equis.
NS: Así es. X. Banda punk de inicios de los 80 que revitalizó la escena de Los Ángeles. Y también a Jeff Buckley, a Television, a los Doobie Brothers, a Pavemente, a The Zombies y a Neutral Milk Hotel entre otros grupos que no me voy a molestar en mencionar porque no los conoces a causa de tu incurable ignorancia.
PS: Genial, si quisiera escuchar a artistas tan viejos mejor me hubiera ido a casa de mis abuelos. Por lo menos ahí me dan de comer.
NS: Déjame contarte algo sobre Neutral Milk Hotel.
PS: Ay no…
NS: ¿Sabes quiénes son Neutral Milk Hotel?
PS: Nutrl…
NS: Neutral Milk Hotel.
PS: Nutrimilkjo…
NS: Neutral Milk Hotel.
PS: …melkjot
NS: Neutral Milk Hotel.
PS: …melkjotel.
NS: Exacto. Neutral Milk Hotel.
PS: No. No, en realidad no. Además–
NS: Déjame contarte cómo es que yo fui a dar con Neutral Milk Hotel.
PS: Pues ya qué.
NS: Neutral Milk Hotel fue una banda que se formó en Athens, Georgia a mediados de los 90 por Jeff Mangum, uno de los co-fundadores del colectivo Elephant Six.
PS: ¿Jeff Magnum?
NS: No. Jeff MAN-GUM. Es un error muy común.
PS: Ah.
NS: Elephant Six fue un colectivo de bandas que le dieron nueva vida a la escena independiente de Estados Unidos, una vez que el rock alternativo se transformó en el nuevo mainstream. Cuando tu piensas en indie rock, ¿cuál es el primer lugar que te viene a la mente?
PS: Superama.
NS: No, Yo me refiero a ciudades como Nueva York, Boston, Austin, Chicago… pero el verdadero germen creativo salió de este pequeño pueblo del sur de Estados Unidos. La misma ciudad que muchos años antes le dio vida al rock alternativo con R.E.M. y The B-52’s.
PS: ¿Ah sí? ¿Y quién más?
NS: Ahorita nada más me acuerdo de esas dos.
PS: Wow. Dos bandas.
NS: Pero ese no es el punto. La idea es que Elephant Six fue la cuna de otras bandas indie que tal vez hayas escuchado como The Apples in Stereo, Elf Power, The Olivia Tremor Control y of Montreal.
PS: Oh, yo me acuerdo de of Montreal. No eran los que tocaban la de–
NS: Sisisisisi. La idea es que ninguna de esas bandas tendrían la reputación que tienen ahorita si no fuera por la internet.
PS: El internet.
NS: Mira este video de Neutral Milk Hotel interpretando “Oh Comely” en 1998.
PS: ¿Cuánto dura?
NS: Ocho minutos.
PS: …
NS: Osh, entonces mira esta interpretación en vivo de “King of Carrot Flowers” Partes II y–
PS: ¿Cuánto dura?
NS: 2:48
NS: Neutral Milk Hotel lanzó este disco llamado In the Aeroplane over the Sea en 1998, pero no se convirtió en la sensación que es ahora dentro de la comunidad indie de la noche a la mañana. ¿Y sabes por qué? Porque no mucha gente tenía internet en 1998.
PS: Yo tenía America Online.
NS: Pero si querías descargar un disco entero te tardabas días. DÍAS. Si querías comprar un disco tenías que comprar uno de verdad en Gigante o, no sé, Carrefour.
PS: Wow, tienes razón. Tenía que salir de mi casa para ir a lugares como “la escuela”. Y recuerdo que la gente jugaba fútbol no en línea sino en estos lugares que les decían “terrenos”.
NS: ¿De qué hablas? La gente todavía juega fútbol en la calle.
PS: Fascinante.
NS: La idea es que todavía hasta finales del siglo XX, si una banda quería darse a conocer, su destino estaba en las manos de las poderosas disqueras que no se arriesgaban por bandas nuevas, los conglomerados que eran dueños de canales como MTV y VH-1, las estaciones de radio FM que siempre ponían lo mismo y los grandes promotoras de conciertos.
PS: Ajá.
NS: ¿No me crees? Mira este video.
PS: ¡Wow, Bush! Esa rola si está chida. Qué buenas memorias.
NS: ¡Ja! No me digas.
PS: Posoye. Es “Glycerine”. Ya nadie escribe canciones como ésta, con letra que te mueve y esa melodía que te, err, mueve también.
NS: Entonces seguro no te molestará si la pongo otra vez.
PS: Nah. No es necesario.
NS: Anda. Escúchala otra vez ya que tanto te gusta.
PS: ¡Ash! ¡Ok ya!
NS: ¿Por qué tan enojado?
PS: No me gusta que me digan cuándo debo escuchar o ver algo, especialmente cuando apenas acabo de escuchar la misma canción.
NS: ¿Y sabes por qué es eso? Porque eres un producto de tu generación.
PS: Yo no soy producto de nadie.
NS: Pon atención, amigo tonto. En la era de YouTube estamos acostumbrados a ver películas y escuchar música a nuestro propio tiempo. Nosotros somos los que decidimos el qué y el cuándo. Pero aunque no lo creas, hubo una época en la que los horarios eran dictados por estas grandes entidades corporativas que tenían en mente los mejores intereses del consumidor… y los de sus accionistas. En aquellos tiempos, tú podías escuchar la misma canción transmitida a todo momento, siguiendo una estategia de marketing cuya meta principal era la de tener un alcance que influyera en el comportamiento del mayor número posible de espectadores. Aunque no le pusieras atención a una canción mientras manejas en el tráfico o comes en un restaurante familiar, estos sencillos seguían una fórmula diseñada para engancharte y de una manera inconsciente, se van transformando en el soundtrack de tu vida para que–¡Oye! ¿Me estás poniendo atención?
PS: Es que vi esto bajo “videos relacionados” y no pude contener mi curiosidad. Vamos a darle Play.
PS: Órale. Joan Sebastian como “El desgraciado”. Tssss. Cómo te hacen doler, Joan. Como te hacen doler…
NS: ¡Rayos! Hiciste que se me olvidara lo que iba a decir. Estaba diciendo cosas importantes. Yo me voy de aquí.
PS: ¿No quieres ver con quien se va a quedar el Poeta del Pueblo?
NS: No.
PS: ¿Entonces ya vas a ver mi video de Paramore?
NS: ¡No! Ni siquiera terminé de contarte cómo llegué a escuchar a Neutral Milk Hotel.
PS: ¿A quién?
NS: A Neutral–
PS: Ah, claro. Tu banda hipster.
NS: Su reputación de hipster, de hecho, no fue culpa suya. La moda de camisas de franela a cuadros, las barbas sin afeitar y los gorritos para el frío son una consecuencia de la influencia que tienen las redes sociales sobre nosotros.
PS: Entonces me vas a presumir que escuchabas a Jeff Magnum desde 1995 antes que todos los posers y como todos deberíamos admirar tu buen gusto y yada yada yada…
NS: Es MAN-GUM! Pero no. De hecho, yo ni había escuchado hablar de Neutral Milk Hotel sino hasta mediados de la década anterior.
PS: Vaya poser.
NS: Si no fuera por el internet, jamás me hubiera topado con este tipo de música. Recuerdo que escuché de Neutral Milk Hotel por medio de unos message boards en IGN.com, un sitio de videojuegos. Alguien mencionó el disco en una lista de los álbumes esenciales del indie rock y su peculiar portada me llamó la atención. Luego investigué un poco en sitios como Pitchfork y All Music Guide y me di cuenta que el álbum era la joya de la corona en todos lados. Si preguntabas en un chatroom sobre Aeroplane over the Sea, la gente lo citaba entre sus discos favoritos de todos los tiempos.
PS: Pues hey, yo tengo acceso a LA internet y nunca jamás me topé con Nutrisa Milk Hotel. Ahora me vas a decir como eres más inteligente que yo.
NS: Si y no. Hay una característica humana que determina el número de bandas que tú conoces o la cantidad de canciones que hayas escuchado, pero no tiene que mucho que ver con el intelecto. ¿Te interesa saber a qué característica humana me refiero?
PS: …
NS: Por supuesto, estoy hablando sobre la curiosidad.
PS: …
NS: Un rasgo que no te distingue, estimado Sopicuate.
PS: ¿Ah si? Pues a diferencia de ti, yo tuve suficiente curiosidad para ver lo que iba a ocurrir en el video de Joan Sebastian.
NS: Eso es morbo, no curiosidad. Permíteme ilustrarte. Mira este video.
PS: Nah…
NS: ¿Ves? No estás dispuesto a darle Play a un simple video de cuatro minutos. Tu falta de curiosidad no te permite conocer, indagar, explorar más allá por tu propia iniciativa, ni siquiera cuando te pongo un video en tus narices.
PS: ¿Qué lata das? Bueno, ponlo.
PS: ¡¿Eso qué!?
NS: Cállate. Es cierto, mucha gente tiene acceso a internet, pero no todos tienen las mismas bandas favoritas. ¿Sabes por qué? ¿Sabes por qué a mi me gusta Big Black, Television, Television Personalities, Beat Happening y Cavaret Voltaire y a ti te gusta Paramore?
PS: ¯_(ツ)_/¯
NS: El internet no es más que una herramienta que la gente utiliza como a cada quien se le antoja; desafortunadamente, a nadie se le antoja hacer nada. Así como hay bibliotecas públicas con libre acceso a todos los conocimientos del mundo, nunca vas a ver estos lugares llenos de gente. El internet es como una biblioteca, pero aquí la diferencia es que tienes el conocimiento al alcance de tus dedos, sin tener que salir de tu casa, y a una escala global. En lugar de aprovechar esta valiosa herramienta para saber algo más sobre el mundo, tu prefieres ver videos de gatos en YouTube.
PS: Gatos que cantan en francés.
PS: ¡Pum!
NS: Hey, deja eso. Te estaba hablando sobre cosas importantes y tu me volviste a interrumpir con tus pavadas.
PS: Francamente yo no tengo tiempo para andar buscando música hipster en sitios de internet porque tengo otras cosas que hacer. Tengo una vida, vaya. Cada quien tiene sus pasatiempos y no le puedo dedicar tanto a la música, como tú.
NS: Entiendo. Tus bandas favoritas son determinadas por otra persona, por alguien que admiras, por un líder de opinión. Todo lo que piensas, todo lo que te gusta, todo lo que odias, en otras palabras, toda tu persona es un molde al cual todos le pueden meter mano para darle la forma que quieran. Tus gustos son de plastilina.
PS: Pues si, admito que si llego a escuchar una nueva canción es porque otra persona, un amigo, no sé, me lo puso delante de mi. Pero no me puede gustar una canción porque otra persona es fan de la rola, eso es absurdo.
NS: ¿En serio? ¿Entonces por qué insistes en ver un video de Paramore?
PS: Porque me gustó y quiero compartir ese placer. Así de simple.
NS: Exacto. Eres un simple.
PS: Oye tu también escuchas música porque te gusta ¿o me equivoco?
NS: Por supuesto.
PS: Y si no me equivoco, ese disco de Nutrisa Milk Hotel fue de tu agrado.
NS: Así es. Me gustó mucho.
PS: Entonces estarás de acuerdo conmigo si digo que nunca hubieras escuchado ese disco si no fuera por los chatrooms y los message boards de internet.
NS: Por supuesto que estoy de acuerdo, ¿a qué va todo esto?
PS: Espérame tantito. Esta recomendación que leíste en chatrooms y en message boards no fue resultado de un complejo algoritmo calculado por una computadora. Más bien fue una recomendación hecha por gente de verdad. Gente anónima que se esconde detrás de un avatar, pero GENTE de cualquier manera. ¿Si o no?
NS: Así es. Las recomendaciones vinieron de otras personas. Grandes revelaciones.
PS: Pues ahí lo tienes. Así como tu puedes recibir tus recomendaciones de un crítico de música que vive en Londres yo puedo recibir mis recomendaciones musicales de Hector, el analista de sistemas de mi chamba que tengo agregado en Facebook. ¿Qué importa? Las dos son personas que se comunican a través de la red. Gente como tu y yo, tan mensos y brillantes como cualquiera. A final de cuentas, uno llega a sus bandas favoritas gracias a otras personas, y así fue en la era de la radio, en la era de los videos musicales y en la era de la internet. Tu curiosidad quizás te permita conocer a más bandas que yo, pero para llegar a esas bandas necesitas interactuar con gente que te va guiando por el camino que ellos mismos conocen. Así que si te das cuentas, mis gustos son de plastilina, pero los tuyos también.
NS: …
PS: …
NS: Pon tu pinche video.
PS: ¡Yey! 😀
Mise-en-scène: Shy