Así es sopicuates, el día de hoy se celebra el Día Internacional de la Danza y la mejor manera de festejarlo sería bailando, pero en esta oficina poseemos la misma gracia que tiene un panda en tachas que intenta bajar una escalera, así que mejor veremos cómo hablar de ella (y así nos toman por intelectuales aunque no podamos menearlo a gusto… por lo menos no en público).
La danza es un arte que ha acompañado a la humanidad desde su aparición (mientras nuestros ancestros trataban de sobrevivir en un temible mundo lleno de Mamuts, ya se estaban moviendo al mero estilo «ando chido, no me toquen»). La danza rodea completamente nuestra vida, desde los ritos religiosos, pasando por las representaciones artísticas y llegando a lo que hacemos en las fiestas para relacionarnos (y para ligar). Así que, si queremos ligar en una fiesta debemos aprender o a bailar o hablar del baile y parecer muy interesantes.
Desde las expresiones folclóricas, pasando por las pop (y nuestras queridas coreografías estilo Spice Girls ) y hasta las más elevadas (como el ballet, la danza contemporánea o la deliciosa danza Butoh), el baile ha sido la manera que tenemos de mostrar aquellas posibilidades que tiene nuestro cuerpo, cambiando las revoluciones del movimiento, disfrutándolo mientras lo hacemos, y la conjunción con los sonidos (o los silencios), entre muchos otros elementos (¿ven como es posible decir muy poco con expresiones bonitas?)
Siempre es bueno citar a filósofos famosos para parecer más listos.
«Heráclito, en Grecia, decía que el mundo y la vida eran una sucesión constante de procesos dentro de un ciclo continuo. La vida es movimiento y cambio y Heráclito simbolizaba esto a través del fuego; nada tan variable como una llama, nada con tantas posibilidades de transformación. El espíritu de armonía en la danza podría imitar este aspecto de la naturaleza, este fuego heraclitiano»
Si no pueden memorizar esta cita, entonces digan un chiste:
«Pues como dice la fascinante paráfrasis que hizo un famoso grupo mexicano de Sócrates: ¡A mover el culo!»
Pero si no quieren recurrir al chiste (y decirlo mal) , mejor sigamos hablando de la danza: la danza es creadora de mundo, transporta al danzante y al que lo observa a «otra» realidad que construye con cada movimiento y gesto que va realizando.
En la antigüedad la danza estaba relacionada con los ritos religiosos y, en ese sentido, era bailada por personas elegidas que entraban en éxtasis, es decir, se abandonaban a sí mismas para comulgar con la divinidad.
Aquí se introducen datos curiosos del tipo:
Xochipilli es el principio de la danza entre los pueblos nahuas, la estatua que lo representa es la de un joven que permanece en estado extático, pues la danza es dejar de ser un sujeto para ser movimiento singular.
¿Quieren otra cita? Aquí hay una del filósofo Paul Válery:
«la Danza es un arte que se deduce de la vida misma, ya que no es sino la acción del conjunto del cuerpo humano; pero acción trasladada a un mundo, a una especie de espacio-tiempo, que no es exactamente el mismo que el de la vida práctica.»
Y entonces concluyen: como vemos, desde la dinámica de la seducción, hasta la de la festividad y el éxtasis religioso, los mundos singulares que crean las danzas, en cada una de sus particularidades, nos envuelven en muchísimos aspectos de nuestra vida. Es por eso que es importante reservar un momento para pensar en la danza.
En este momento miran a su acompañante a los ojos y dicen:
«Pero bueno, sería mucho mejor centrarnos en otro tipo de temáticas más interesantes… como tus labios [es cursi, pero funciona]»
Y así, queridos sopicuates, es como ustedes se dan cuenta de que no solo no sabemos bailar…tampoco sabemos ligar.
Pero bueno, siempre podríamos llevar a nuestra pareja con algún amigo para que bailen con toda esta energía:
Y una vez cansados… ustedes y su pareja podrán aprovechar el resto de la noche (sin el amigo…o con él…como mejor vean).
