Parece que hoy en día, las parejas prefieren vivir en unión libre o de plano solos, ya que el matrimonio no está siendo una opción durable o viable. Eso no lo decimos nosotros nomás por que sí, sino que hay datos duros que respaldan.
Si están pensando en casarse, chequen este dato que arrojó la ONU: 53% de los matrimonios termina en divorcio. No es que seamos pesimistas o algo así peeero…
Entonces ¿qué hay que hacer para que el matrimonio sea literalmente “hasta que la muerte los separe”? Somos conscientes de que las parejas no viven de amor pero eso sin suda es parte fundamental. Ya luego vienen otras cosas como la tolerancia, comprensión, el dinero y una de las más importantes, el sexo.
No obstante, un par de economistas de la Universidad de Emory (Andrew M. Francis y Hugo M. Mialon) publicaron un estudio titulado “Un diamante es para siempre y otros cuentos de hadas”, donde analizaron una serie de cuestiones que propician el divorcio.
Luego de romperse la cabeza con esto, llegaron a la conclusión de que el divorcio ¡sí puede evitarse! siempre y cuando se tomen una serie de medidas.
Ya entrados en el tema del divorcio, este par de economistas encontraron resultados no tan sorprendentes pero que dejan mucho que desear en las parejas.
El dinero es esa delgada línea en la que una pareja está parada: entre más tengan, todo estará relativamente bien y si no hay tanta, pues comenzarán muuuchas discusiones y demás conflictos.
Por ejemplo: las personas que valoran de sobremanera la apariencia de su pareja o su cuenta bancaria son los más propensas a divorciarse. ¡PUM!
Otro detalle tiene que ver con el anillo de bodas (apunten chicas). Los novios que gastan entre 26 y 57 mil pesos por la sortija de bodas se divorcian con más facilidad. Eso es en caso de países “de primer mundo” ¿no? ¿acá en México cuánto se gastan en un anillo de bodas?
Los economistas de Emory también descubrieron que existe una correlación inversa entre el divorcio y cuánto se gasta en la boda.
Otro detalle tiene que ver con el tiempo en que la pareja ande. Las que salen uno o dos años antes de formalizar el compromiso se divorcian un 20% menos que las que no alcanzan un año de novios; mientras, las que salen más de tres años se divorcian un 39% menos.
Además, las parejas que se van de luna de miel se divorcian un 41% menos, lo que se puede atribuir a los buenos momentos pasados juntos en esa etapa.
Ahí es cuando pueden echar pantalón sin que nadie los interrumpa y si a eso le agregan que lo harán en lugares increíbles como la playa, pues claro que regresarán felices después de su luna de miel.
Y para no hacerles más largo el choro (ni tampoco decepcionarlos del amor) Andrew M. Francis y Hugo M. Mialon recomiendan:
1. Es conveniente que el noviazgo antes de llegar a la boda dure por lo menos tres años.
2. Tener un mínimo de ingresos evita tensiones inherentes a la falta de recursos económicos. Pero no hay que poner la economía por encima de todo.
3. No seas tacaño a la hora de invitar, pero tampoco hay que ser un todo un despilfarrador.
4. Imprescindible que se vayan de la luna de miel si no quieren que todo el amor se acabe.
Ahí lo tienen. Sigan esos consejos y serán tan felices como todas las parejas que ven en la tele o películas.