Y muchos pensarán que le salió barata la sanción a la gasolinera que provocó la descompostura de 30 vehículos… pero es lo que se logró.
En una edición más de las conferencias mañaneras, la cosa se puso medianamente interesante con el anuncio justiciero que hizo el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield. De acuerdo con el funcionario, la gasolinera que vendió combustible con agua a 30 clientes tendrá que compensar los daños con 30 mil pesitos.
Cabe señalar que Sheffield aclaró que el establecimiento sancionado vendió gasolina combinada con agua no por transa, sino por desatención de sus instalaciones. Según el titular de la Profeco, fue la falta de mantenimiento lo que provocó la rebajadota al combustible.
“No es robar, robar es (el dispositivo) rastrillo (…) No lo hacen por robar, lo hacen por no invertir en el mantenimiento de sus instalaciones”, indicó Sheffield. “Llueve fuerte y no tienen mantenimiento los tanques. Se filtra el agua y lo primero que sale al accionar las bombas es agua en lugar de combustible”, agregó.
En fin… pero haiga sido lo que haiga sido, la estación de servicio ES12172, ubicada en Ocoyoacac, Estado de México, deberá pagar 30 mil pesos para la reparación de cada vehículo que resultó afectado por cargar su producto.
El pasado martes 22 de octubre, más de 30 automóviles que cargaron gasolina en la estación de servicio de @Pemex, en el kilómetro 48 de la carretera México-Toluca, quedaron varados a unos metros del lugar de suministro y ya no avanzaron. https://t.co/0QaQfjZlV1
— La Jornada (@lajornadaonline) October 28, 2019
“Profeco se va a encargar de que paguen. En promedio les va a costar 30 mil pesos la reparación de cada vehículo”, aseguró Sheffield.
Fue la semana pasada cuando 30 vehículos resultaron dañados después de cargar gasolina en la mencionada estación de la carretera México-Toluca. Según automovilistas que resultaron con sus máquinas dañadas, quedaron varados tras cargar combustible… sus autos sólo alcanzaron a avanzar unos cuantos metros y ¡pum!, tronó.
Al acudir a la gasolinera, personal de la Profeco confirmó el origen del problema. Por ello anunció el inicio de una investigación y, bueno, de ahí resultó que la combinación de agua con gasolina fue por lo defectuoso de las instalaciones.