Se nota que la gente de la Universidad de Oxford anda con todo tratando de saber si su vacuna contra COVID puede o no combinarse con otras. Apenas hace unos días te platicamos que combinar las vacunas de AstraZeneca y Sputnik no muestra efectos negativos graves, y ahora dicen que sucede lo mismo con la de Pfizer.
Resulta que la Universidad de Oxford publicó los resultados de un estudio donde se analiza si es bueno o no combinar vacunas contra COVID. Específicamente se usaron las de AstraZeneca (que es la desarrollada por ellos) y la de Pfizer.
¿Y qué resultados se obtuvieron tras el estudio?
Bueno, dichos resultados indican que combinar ambas (es decir, poner una dosis de una y la segunda de otra) es completamente seguro. De hecho, dicen que podría ser más eficaz para prevenir la enfermedad.
El estudio fue publicado en la revista especializada The Lancet, y en síntesis señalan que un esquema de vacunación heterólogo (osea, combinar vacunas), proporcionaría una mayor respuesta inmune frente al virus que un esquema homólogo (osea, dos dosis de una misma vacuna).
Sin efectos adversos graves entre cientos de voluntarios
El estudio se realizó con un total de 950 participantes, quienes recibieron una dosis de AstraZeneca y otra de Pfizer con un intervalo de cuatro semanas entre una y otra. Sólo se presentaron cuatro efectos adversos que se podrían considerar como graves, pero ninguno, según señalan, relacionado con la inmunización tras combinar las vacunas.
“Observamos un aumento en la reactogenicidad sistémica después del refuerzo en los participantes que recibieron esquemas heterólogos en comparación con esquemas homólogos con la misma vacuna principal”, destacaron los científicos de la Universidad de Oxford, autores del estudio.
Combinar vacunas (como las de Pfizer y AstraZeneca) podría ayudar con eso de la tercera dosis de refuerzo
Además de la posibilidad de que sea más eficaz y seguro, la importancia de combinar vacunas pese a que una sea de vector viral y otra de ARN mensajero, se centra en que varios países están empezando a aplicar —o a considerarlo al menos— una tercera dosis de refuerzo.
Lo anterior, entonces, podría ayudar a que se tenga la confianza de aplicar, en ese tercer refuerzo, una vacuna diferente a la que se usó en la primera o incluso en las dos dosis anteriores.
Pero ojo, toda esta información está todavía algo verde y faltaría que las autoridades sanitarias de cada país la avalen como prueba confiable para poder combinar vacunas en un futuro. Así que nada de ir a un centro de vacunación a exigir que te pongan una vacuna diferente a la primera por lo que dice este estudio, no, no… la cosa no es tan simple.
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